Capítulo 01

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Me remuevo incómodamente en la cama mientras escucho las gotas de agua chocar contra mi ventana, el clima está frío y la manta que me cubre, no abriga lo suficiente, es horrible dormir así.

Me levanto de la cama y voy hasta mi clóset a colocarme un suéter, a ver si con este frio, al menos me abriga. Y cuando no es suficiente, salgo de mi habitación tratando de ser lo más silenciosa posible, ya que mis padres están durmiendo, y no me gustaría perturbar su sueño.

Al llegar a la cocina, preparo todo para hacer chocolate caliente, cacao en polvo, leche, agua y azúcar. Mientras espero a que el agua hierva, me siento en la isla de la cocina, que tiene vista hasta el patio, viendo cómo la lluvia cae sobre el césped, duro mucho tiempo así, hasta que la silueta de una persona atrae mi vista.

Claro. Atrae mi vista porque ese chiquitín está como quiere, en el caso contrario me hubiera hecho cagarme en los pantalones.

Digo chiquitín, pero la verdad es que mide dos cabezas más que yo.

En realidad todo el mundo mide más que yo, pero ese es otro tema.

Reconozco a mi vecino Kaled, es fácil reconocerlo por su buen definido cuerpo, las pocas veces que hablé con Kira, su hermana, me contaba que él iba al gimnasio, claro, teníamos 11 años y él 16, luego ella consiguió otras amigas y nunca volvimos a hablar.

En realidad, nunca he hablado con algún miembro de esa familia, además de Kira.

Volviendo al tema, desde este ángulo, puedo ver claramente la cancha de Basketball de la familia vecina, y es ahí donde Kaled está dándome un espectáculo, claro, él no lo sabe, pero realmente lo estoy disfrutando. El agua resbala de su bien marcado abdomen y se pierde en sus shorts deportivos, él está jugando basket y tiene el dominio total del balón, salta y sus músculos se marcan más, haciéndome morder mi labio inferior, lanza la pelota y anota, cae al piso chapoteando agua.

Cuando lo hace, se remueve el cabello, salpicando gotas, y su mirada... Espera, ¿está viendo para acá?

¿ESTÁ VIENDO PARA ACÁ?

SANTA VIRGEN DE LA CACHUCHA.

¿QUÉ HAGO?

Y claro, hago lo más maduro que se puede hacer en situaciones así.

Salir corriendo.

Llego a mi cuarto con el corazón acelerado y temblando de pies a cabeza, y esta vez no es por el frío.

¿Se habrá dado cuenta?

No, solamente te vio directito a los ojos, pero no, no se dio cuenta.

Cállate.

Con el corazón latiéndome a mil por hora, respiro y cierro la puerta. Me acuesto en la cama y cierro los ojos intentando dormir.

Ya el frío se me pasó y realmente esa ida a la cocina por el cho...

EL CHOCOLATE.

Me paro de un tirón de la cama y voy a la cocina, con el ajetreo de los nervios, se me olvidó apagar el agua con el que iba a hacer el chocolate, reviso la olla y todo se evaporó, apagó la cocina y dejo la olla ahí, guardo todo lo que saqué, y veo de reojo si Kale está aún en el patio, realmente no quiero volver a pasar otra vergüenza así.

Pero no, él no estaba allí.

Ya la lluvia había cesado y todo estaba mojado.

No sé si realmente esperaba que estuviera o no.

No sé qué haré si alguna vez me lo llego a encontrar de frente.

Seguramente diría, ah sí, ésta es la chica loca que me estaba espiando el otro día mientras jugaba basket.

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⏰ Dernière mise à jour : Aug 05, 2020 ⏰

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