Mientras Tn se arreglaba de mala gana para ir abajo, en el estudio pornográfico de Valentino, Vox iba entrando al lugar.
Vox: Espero que esté bien... -pensó, preocupado, mientras pasaba por las habitaciones de los actores pero una le llamó la atención por el poder que se encontraba adentro y entró- ¿PERO QUÉ MIERDA? ¿QUÉ HACES AQUÍ? -exclamó, histérico al ver a Angel Dust.
Angel Dust: Alastor me trajo aquí. -dijo, desinteresado, mientras que estaba acostado en su cama moviendo sus piernas con aburrimiento.
Vox: Pe-pero, ¿cómo? -preguntó, preocupado y algo molesto.
Angel Dust: Bueno, me vino a dejar acá para llevarse a Tn. Ya que, ella ya sufrió mucho aquí.
Vox cerró sus puños, molesto y se dirigió a la lujosa y vulgar sala del lugar donde estaba Valentino hablando con Velvet.
Velvet: ¡Ah, volviste, Voxy! -exclamó, feliz.
Vox: ¿Qué mierda hiciste con Tn, Val?
Valentino parpadeó varias veces sin interés.
Valentino: Bueno, cuando uno se aburre de un juguete se deshace de él. Después de todo, Angie es la ganancia en este lugar. Ahora mi pequeña suicida ha de estar mejor.
Velvet: Sí. Ella ha sufrido mucho aquí. -dijo, entrecerrando sus ojos con diversión viendo sus brazos que tenían unos rasguños provocados por Tn.
Valentino: Oh, déjate de cositas, Voxy... -dijo con lástima- ¡Mejor ven aquí con nosotros y jugamos algo! No sé... Algún videojuego quizá, ¿te parece?
Velvet: ¡Sí! ¡Suena genial!
Ella agarró el brazo de Vox con emoción para tenerlo cerca junto a Valentino.
Vox solo frunció su ceño, molesto.
Narra Alastor:
Eran las siete de la mañana ya; el desayuno estaba listo para mi pequeña compañía. Le había hecho unos panqueques y solo esperaba tranquilo para bajara y comiera y para que luego se pudiera desinfectar su herida.
En un momento, un aroma femenino se hizo presente para mi olfato y era ella con una camisa y un short ; en sus manos llevaba su lanza y me miraba con desdén.
Oh, esta chica...
Alastor: ¡Ven, querida! -le dije, contento y ella sólo se sentó dejando la lanza parada contra la mesa- Espero que el desayuno sea de tu agrado.
Ella al parecer se quedó pensativa al ver la comida y luego de un momento empezó a comer tranquilamente. El silencio gobernaba la cocina de mi casa.
Llevé mi mirada a los cortes de su herida en su mejilla y estaban un poco rojas.
Para cuando ella terminó de comer:
Alastor: Bueno, ven conmigo. -le dije con diversión- No te preocupes por el plato; más tarde lo lavaré. Y, por cierto, deja esa lanza aquí; no te voy a comer... -dije entrecerrando mis ojos
Ella me siguió sin interés y le pedí que se sentara en el sillón que tenía que era para dos personas, bueno, demonios.
Alastor: Mira, ten esto. -dije, dándole un pañuelo e hice aparecer algunos algodones y la botella de alcohol- Es para que no te mojes con el alcohol.
Tn: Tsk... Yo puedo por mi cuenta, canalla. -murmuró.
Alastor: Ah, no, no, no, querida... -llevé mi vista a cierta parte de su hombro que estaba descubierta y se miraban las marcas de la mordida que le dio Angel para drogarla y amplié mi sonrisa- Yo lo haré. Por mi culpa Valentino te los hizo y tu cuerpo ha tardado en regenerar esa herida. -musité, sereno, echando alcohol en un algodón y lo llevé a su mejilla haciendo que una espumita blanca apareciera en su herida y que ella frunciera el ceño intentando soportar el dolor. Reí bajo por esa expresión que me apareció adorable y seguí desinfectando su herida.
Mi querida mantenía el pañuelo bajo su mejilla mientras las gotas de alcohol corrían.
Hacer eso, me hacía recordar cuando apenas yo era un niñito y me lastimaba cualquier parte del cuerpo y mi querida madre siempre estaba ahí para ayudarme. Ah... qué tiempos... Siempre terminaba dándome un beso en la frente diciéndome: "Todo estará bien. No llores; el dolor se irá". Lástima que no sean todos dolores que se van...
Alastor: ¡Listo, mi querida suicida! -exclamé, haciendo desaparecer el alcohol y los demás algodones- Eso ayudará a que tu herida esté sana lo más posible en la tarde, ¿está bien?
Ella solo asintió.
Ambos nos quedamos en silencio, silencio que empecé a odiar.Alastor: ¿Me odias, querida?
Ella rió bajo de manera sarcástica y socorrona.
Tn: Ya has de saber mi respuesta, maldito. -maldijo, levantándose- De verdad, qué feo haber pensado que eras mi amigo... -susurró sin interés.
E inexplicablemente hice que uno de mis tentáculos agarrara su muñeca.
Alastor: Oh, vamos, Tn.-susurré.
Tn: Alastor -dijo, seria-, suéltame.
Obvio que no le hice caso e hice que se sentara a mi lado solo que... más cerca.
Alastor: Claro que soy tu amigo, querida.
Tn: ¿Qué clase de amigo envía a su amiga con un tipo que la maltratará sexualmente, físicamente y psicológicamente? -dijo con asco y me dedicó una mirada fulminante.
Alastor: Creo que ya conoces la historia, la razón por la cual te hice eso...
Tn: Patético. Eso eres.
Alastor: Oh... ambos lo somos.
Ella no dijo nada y el agarre de mi tentáculo seguía en ella.
Alastor: Querida, solo tenía miedo.
Tn: ¡Ja! ¡Tú! ¿Miedo? -dijo, fingiendo sorpresa- ¡Válgame Lucifer!
Decidí ser directo.
Alastor: Odio estar enamorado de ti... de tu sonrisa, Tn. -dije, serio, a pesar de mi sonrisa.
Tn: ¿Piensas que te perdonaré solo porque te estás declarando?
Alastor: No necesito que lo hagas.
Tn: Cállate.
Alastor: Solo quería que supieras eso.
Tn: Ya lo sabía. -dijo sin interés.
Alastor: No sé cuánto fue el daño que te causé, pero... yo también acabé afectado.
Tn: No me vengas haciéndote la víctima, Alastor. -murmuró con desdén y se encerró en completo silencio.
Seguía callado manteniendo mi típica sonrisa. Ella estaba viendo hacia otro lado aburrida.
Carraspeé un poco intentando llamar su atención y ella solo me vio de reojo.
Alastor: Querida, ¿quieres hacer algo? Quizá ir a dar un paseo. -ofrecí, tranquilo.
Tn: No.
Parpadeé varias veces por su respuesta tan rápida y cortante. Empecé a amar esa actitud.
Alastor: Oh, vamos. No puedes estar aquí siempre, Tn.
Tn: ...
Rodeé mi brazo alrededor de su cuello y soltó un gruñido, molesta.
Alastor: No te puedes separar de mí. ¿Te acuerdas de lo que te dije hace meses atrás? Tú, eres lo mejor que tengo a diario. Lo que me entretiene al máximo y tenerte aquí en mi casa sin nadie más es lo mejor, querida. -canturreé- Así que, cambia esa carita, cariño. -susurré agarrando su mentón y vi su expresión furiosa- Verás que la pasaremos muy bien juntos aquí y sin nadie quien nos moleste.
...
Espero que les haya gustado :,3
YOU ARE READING
¡Mᥙᥱ́strᥲmᥱ ᥙᥒᥲ soᥒrιsᥲ, qᥙᥱrιdᥲ! ~Aᥣᥲstor x Tᥒ~
Random«¡Oh, qᥙᥱrιdᥲ, tᥙ soᥒrιsᥲ ᥱs sιmρᥣᥱmᥱᥒtᥱ bᥱᥣᥣᥲ...!»