¡Mᥙᥱ́strᥲmᥱ ᥙᥒᥲ soᥒrιsᥲ, qᥙᥱrιdᥲ! ~Aᥣᥲstor x Tᥒ~

~15~

Mientras iba caminando con Alastor, sentí algo en mis hombros.

Alastor: Ese vestido es muy corto, querida. Además, de que muestran tu clavícula y hombros... pensé que quizá te vendría bien que tuvieras mi abrigo. -dijo, tranquilo- Hace mucha brisa.

Era extraño verlo sin su abrigo y solo verlo con su camisa roja brillante.

Tn: Eh...

Alastor: ¡Ja!, cúbrete con él, querida... Insisto. -dijo, con simpleza- Puedo ser alguien siniestro, pero no dejaría que te estés congelando en estas calles.

Tn: Agh... bien. -suspiré.

En fin, si tenía algo de frío y me cubrí más con su abrigo hasta que llegamos al hotel.

Vaggie: ¿Quién es ella? -preguntó, amenazante con su lanza.

Alastor: Oh, es Tn, ¡Ja!, solo que con otro físico. -respondió, chasqueando sus dedos y volví a mi físico pero aún seguía con ese vestido.

Vaggie me quedó viendo y se alejó con algo de desconfianza.

Vaggie: Por cierto... hay pizza para la cena. Pueden agarrar.

Ambos dijimos que estaba bien.

Tn: Agh... bueno, me hubieses devuelto con mi ropa normal, Alastor.

Alastor: ¿Acaso te olvidó lo que te dije, querida...?, te ves bien con ese vestido. -susurró, inclinándose a mi lado.

Puse mis ojos en blanco, molesta y le devolví el abrigo a él.

Alastor: ¡Jaja!, vamos a la cocina. -regocijó, e hizo desaparecer su abrigo.

Ambos comimos de esa pizza y todo estaba tranquilo.

Alastor: ¿Qué te pareció el Whisky?

Tn: ... Era algo fuerte.

Alastor: ¡Jajaja!, bueno... me iré a mi habitación, mi querida suicida. ¡Que tengas dulces pesadillas!

Tn: Sí, sí, solo vete. -dije, sin interés.

Él desapareció de la cocina dejándome sola.

Tn: Bueno, más pizza pa'mí. -pensé, feliz y agarré otro pedazo.

****: Qué linda te ves con ese vestido, nena.

Me volteé y vi a Angel Dust.

Tn: Oh... gracias. 

Él se sentó a mi lado.

Angel Dust: No hay de que. -dijo, juguetón- Por cierto, escuché que Vaggie dijo que tienes otro "físico".

Tn: Agh... sí. El pendejo de Alastor me da ese físico cuando quiero salir.

Angel Dust: Oh... entonces él conoce como son tus... pechos.

Tn: Eh... ¿qué...? -pregunté, alzando una ceja y lo vi.

Angel Dust: Supongo que, como él es que te da ese físico, ha de saber cómo es por dentro. -dijo, con picardía.

Tn: Tsk... no me jodas, Angel... no creo tal cosa. -murmuré- Mejor come algo de esta pizza. A ti te gusta la comida italiana.

Angel Dust: Oh, gracias. Pero ya comí. -dijo, tranquilo.

Ambos nos quedamos callados durante un momento y acabé de comer; él me preguntó algo:

Angel Dust: Oye, Tn, ¿te cae bien la fresita proxeneta?

Tn: ¿A qué viene eso?

Angel Dust: Oh... bueno... es que te he visto más unida a él, nena. -dijo, con simpleza.