Capítulo 11

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—Llévenlo al subterráneo. —ordenó Toby.

Masky y Hoodie me tomaron de los brazos y me intentaron arrastras.

—¡Esperen!, yo seré uno de ustedes, no me pueden encerrar.
—Ahora serás la carnada, y este lugar la jaula donde atraparemos al otro chico. —mencionó Toby. —Pero aún hay que pensar una forma de traerlo hasta acá.
—Tal vez Slenderma nos pueda ayudar. —mencionó Hoodie.
—Sí, voy a hablar con él mientras ustedes llevan a este tipo al sótano.
—Entendido. —contestó Masky.
—¡No, por favor! —supliqué. —¡No quiero que me encierren, tengo indicios de claustrofobia!

Los chicos tenían la fuerza para arrastrarme sin problemas. Abrieron una puerta situada en el piso y me dejaron caer por unas escaleras.

—Te quedaras en el sótano mientras nosotros pensamos en el plan. —mencionó Masky. 
—No pueden hacerme esto. —supliqué cansado.

Hoodie se limitó a observarme en silencio.

Después de que cerraran la puerta mi vista se nubló totalmente, no había luz, me encontraba en un lugar completamente oscuro. Sólo una pequeña ventana tapada con pedazos de madera dejaba pasar unos diminutos rayos de luz apenas perceptibles.

De pronto comencé a cuestionarme muchas cosas, no podía hacer otra cosa más que permanecer sentado y pensativo para no alterar más mi respiración.

—¿Por qué la ciudad siempre tiene el cielo gris? —pensé.

Ahora es cuando pensaba en eso, en el cielo, al darme cuenta que la razón por la que entraban muy pocos rayos de luz no era precisamente por el tamaño pequeño de la ventana, ni tampoco por los tablones de madera, sino que el cielo estaba nublado, siempre lo estaba. Eran muy pocas las veces en las que recuerdo haber volteado al cielo y lograr ver el sol.

—¿Pero por qué ahora pienso en esto?

"Todo tiene un por qué" recordé la frase que me decía mi abuelo.

Después de varias horas los chicos diseñaron un plan para atrapar al Toby alterno. Me sacaron del sótano y me dieron instrucciones precisas de lo que yo haría.

—Y no preguntes más sobre el plan porque no te diremos nada. —añadió Toby.
—Sólo quisiera hacer una última cosa antes de morir. —mencioné.
—No morirás. Te lo aseguro.
—No estoy muy convencido de que me quieran con vida, ni siquiera podemos asegurar que el otro chico es bueno.
—Deja de actuar como un cobarde y vayámonos. —finalizó Toby.

Caminamos hasta el bosque. Ya estaba por terminar el día, eran las 6:35 p.m. pero todo parecía estar más silencioso de lo habitual.

—El vendrá. —mencionó Toby.

De pronto comenzaron a escucharse movimientos entre los árboles.

—Ese chico ya viene por mi, lograron traerlo hasta acá. —dije un poco preocupado.
—No, es alguien más. —respondió Toby.

Ticci Toby Never AloneOn viuen les histories. Descobreix ara