Fraternité privé 1° Temporada [Completa]

CHAPTER III

Marzo, 13
11hrs

Ya habían pasado unas horas desde que le había pedido a Mae que nos reunamos. Le había contado lo de mi sueño e incluso lo de Mr. V. Sabía que todo esto tendría muchas repercusiones contra ella, pero fue muy insistente y era imposible decirle que no. De todas maneras, debía ver la forma de salvarla y de paso a mi, no me perdonaría si es que a ella le pasara algo malo.

— ¿Estás segura que quieres hacer eso? — preguntó la colombiana mientras se llevaba la taza de café a los labios. — Siento que se va a poner muy feo si te vas del lado de Mr. V. — continuó.

Me quedé pensando unos segundos, casi dudando de mi decisión. — ¿Tengo otra opción? Los de Privé me quieren ver muerta y Mr. V me ayudará a deshacerme de ellos. — contesté algo apenada, pues no sabía cómo todo había cambiado de un momento a otro y mucho más después de esa última conversación con Jean.

— Recuerda que está mi hermano ahí. — se escuchaba la preocupación de Mae en su voz, sabía que la estaba colocando entre la espada y la pared. — Lo sé y por eso pienso contactarme con él muy pronto, quizá pueda lograr algo ahí y si se acaba todo con Mr. V, mi vida sea perdonada. — la idea que mostraba parecía fácil, pero sabía que todo se complicaría, habían personas en Privé que harían lo que fuera por no volverme a ver en la vida.

— Te ayudaré con mi hermano, es un poco terco, pero verás que logro convencerlo. — Después de esa frase ambas nos quedamos en silencio, más que todo porque recordaba el cómo había conocido a Jean mucho antes de poder ser parte de Privé.

Mi madre y la de ellos habían sido muy buenas amigas desde que la mía había llegado al barrio. A Mae solo le llevaba un año y tal como nuestras madres nos hicimos muy unidas, mientras tanto Jeancarlo había sido como el hermano mayor que siempre quise pero no tuve, pero mientras íbamos creciendo las cosas iban cambiando con él, la forma de tratarnos había sido diferente cuando llegamos a la adolescencia, pero él tuvo que partir para México, lo cual hizo que nuestra relación haya quedado ahí, aunque seguíamos escribiéndonos, Mae era la más feliz de que nosotros nos gustaramos, pero nunca lo habíamos concretado.