;;×- Cuatrillizos - D L

×;; Cap. 31 || Benito Camelo.

¡Hola!, antes que nada, al final del cap. habrá un pequeño concurso de OC'S (ahí mismo explico que es un OC para las personas que no sepan), así que si te interesa lee hasta abajo, ¡gracias!

-¿Te gustó la obra, Subaru-kun?- preguntó Laito que había aparecido en la salida cuando nosotros ya nos estábamos yendo.

- No mucho...-

-¿Entonces para que gasté mi maldito dinero?- me quejé con él, íbamos por una pequeña plaza en dirección a el hotel.

-Pues dinero no nos sobra, Aris...- contraatacó el.

-Oigan...- nos llamó Laito.- ¿Y si vamos a un bar?-

-No podemos, somos menores de edad, estúpido- dijo en un tono obvio Subaru.

-Existen credenciales falsas...- él se quitó el sombrero dejando caer sus cabellos a su cara. Rebuscó algo en él, extendiéndonos unas credenciales falsas.

-¿Por qué te tomaste la molestia de sacarnos credenciales falsas?- interrogué mientras veía mí identidad falsa.

-¿Y por qué me llamo Benito Camelo?- demandó confundido el peli-blanco.

-Ahí dice Benito Calderón...- corregí.

(...)

Subaru entró primero para tener a Laito y a mí detrás de él, todo estaba fuera de control, había unas mesas pegadas a la pared llena de chicos y chicas, todos bailando. Incluso hasta tenían lentes fosforescentes y spray espumoso, o algo así. Seguimos a Laito a la barra donde nos sentamos.

-Hola...¿en qué puedo ayudarlos?- nos atendió una bartender que nos había visto llegar.

-Tres tequilas, por favor...- pidió él.

-Claro, sus credenciales...- dijo después de pasar un trapo por la barra.

Sacamos lo pedido de nuestros bolsillos y se las extendimos. Ella las vio y nos volteo a ver.- ¿Jane Washington?- cuestiono mirándome. Yo asentí y me dio mi credencial.- ¿Benito Calderón y Adam Berry?- y esta vez miró a Laito y a Subaru, que asintieron con la cabeza al mismo tiempo.

-De acuerdo,- dijo devolviendo las credenciales a ambos.- en un rato les traigo los tequilas...- anunció amablemente. Ella nos dio la espalda para empezar a hacer nuestro pedido.

-¿Y cómo para qué querías que viniéramos a un bar, Laito?- le pregunté dirigiendo mi mirada a él.

-Pues como mañana nos iremos, ¿por qué no despedir a esta ciudad de la forma que se merece?- 

-Aquí tienen.- la bartender nos extendió los tres tequilas a cada uno. Le agradecimos y se retiró a atender a otras personas.

Subaru se acerco el vaso con el liquido a la nariz para olerlo. Hizo una mueca extraña que hizo soltar una risilla a Laito.

-Vamos, tómenlo...- nos animó el pelirrojo.

Lo tomé de un solo tragó para dejar el vaso vacío en la barra. -¡puaj!, esta amargo...-hice una mueca como Subaru.- me gusta.-

(...)

Ya había pasado un rato desde que habíamos llegado, ahora Laito estaba bailando con unas chicas, y Subaru estaba jugando en una mesa con otras personas a un juego raro, y yo estaba en la barra, no había tomado mucho tequila porque sabía que alguno de ellos se iba a emborrachar, y dicho y hecho. Estaba jugando con el vaso de tequila que me había bebido, solo había tomado dos, pero tampoco me quise exceder como estos dos.