—¿adónde? Y espero que no digas lo que estoy pensando, Marcus.

—no al hospital, Stella me ha dicho que has subido de peso así que no es necesario internarte pero... me refiero a la terapia, los tres juntos como familia.

—sabes los rumores que se desataron antes cuando me vieron entrar con Beth... volví a estar en la cima y no quiero estropearlo.

—¿prefieres descuidar tu salud por la fama?—esa pregunta me hizo sentir de alguna forma incómoda, él tenía razón.

—¿hay algún modo... ya sabes... de entrar sin que me vean?

—iremos a otro lugar donde es más secreto el historial de los pacientes. El hospital del centro es perfecto para eso, tienen la zona de psicología y demás.

—¿y eso en qué me ayudaría?—pregunté en tono bajo.

—todo esto ha sido un golpe duro para todos... Beth, los problemas alimenticios... y que hayas vuelto a escuchar lo mismo de hace años.

—lo pensaré, Marcus pero, no prometo nada.

—piénsalo bien, la gente no va al psicólogo porque están locos, van porque necesitan aclarar las ideas que pasan por sus cabezas y eso no debe tomarse como un tabú.

—si, ya te he escuchado decir eso otras veces.

—¿desayunamos juntos mañana?

—no lo sé... no pensaba volver hoy al apartamento.

—¿te quedarás con Kyle?—inquirió y su tono sonó a sospecha absoluta.

—no creo que le importe.

—bien... te llamo mañana.

—adiós.

Colgué. Volví mi mirada a la cocina y Kyle seguía ahí, al parecer estaba maldiciendo mientras hablaba al teléfono lo cual me parecía raro, él solo se ponía irascible cuando algo fuerte lo golpeaba, ¿había pasado algo con sus tíos de nuevo?

Luego de un rato Kyle apareció en la sala y se sentó, con el rostro inexpresivo, a mi lado.

—no es por ser una maniática celosa pero... ¿con quién hablabas?

—con Myles... cosas de trabajo sin importancia—contestó evadiendo la mirada mientras buscaba algo en la televisión.

—¿estás seguro?—él asintió. Odiaba que actuara así—. Oye, se supone que yo soy la inexpresiva, no trates de robarme el puesto.

—¿con quién hablabas tu?

—¿contestas mi pregunta con otra pregunta?—él se encogió de hombros serio, esperaba a que dijera algo más pero al parecer él no pensaba hacerlo—. Estaba hablando con Marcus de mis desórdenes psicológicos, pero ¿sabes? Ya no es necesario que respondas.

Me levanté del sofá. Recogí mi ropa y me adentré en el baño. Kyle tocó la puerta.

—¿desórdenes psicológicos?—preguntó susurrando en la puerta.

—nada que te importe.

—me importa, Dely.

—también me importa lo que te sucede pero al parecer a ti no te interesa contarme por qué maldecías en la cocina como un loco, porque eso no es normal cuando hablas con Myles.

—lo siento, Dely, ¿puedes salir?

—no.

—entonces entro yo.

Sin esperarse a que yo respondiera entró y cerró la puerta detrás de él. Instintivamente llevé las manos a la sudadera que estaba en el lavabo para taparme.

Versos fríos [EN EDICIÓN]✔️Where stories live. Discover now