Teacher

extra dos

"Te amo, te amo mucho gracias por chocar conmigo en el baño." El castaño se acurrucó en su pecho besando el enorme tatuaje de mariposa.

"Gracias por verme tan mal en todas las clases." Se burló acariciando su espalda.

"No te veía mal." Rodó los ojos con una sonrisa.

"Claro que sí, me daba miedo entrar a dar clases con tu mirada matadora."

Louis echó la cabeza para atrás en una carcajada.

"Es que así no me iba a enamorar de ti tan rápido y fallé porque a los dos días ya estaba planeando nuestra boda." Louis sonrió orgulloso.

"¡Oh William cuanto te amo!" Harry le besó ruidosamente la cara.

"¡Hey!" Louis gritó indignado dejándose besar.

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"Ugh ya está muy llena." Louis refunfuñó poniendo sus lentes de sol en su cabello. "Amor diles que se vayan."

"Lo siento Boo, la playa es para todos." Harry lo tomó de las caderas y lo acercó para besarlo. "Te amo."

"Te amo." Respondió el castaño embobado, Harry se había cambiado y ahora llevaba un short amarillo que revelaba aquellas largas y torneadas piernas, un regalo divino.

Harry sonrió comenzando a reorganizar su pequeño espacio, Louis había decidido que aquel lugar donde se encontraban antes estaba muy lleno de adolescentes mirones y no le gustaba como lo veían y ¿quien era él para no darle gusto a su esposo? Caminaron unos metros más y enterró el enorme paraguas en la arena acomodando todo otra vez para su pequeño esposo que lo veía desde una cómoda silla mientras agitaba una revista en su cara.

"¡Mira venden helados!" Louis señaló con entusiasmo un pequeño kiosco. "Nos compraré uno por nuestro esfuerzo."

"Gracias cielo." El rizado rodó los ojos con cariño y lo vio correr torpemente por la arena.

Louis esperó a que un niño fuera atendido y se acercó a la caja, su mirada estaba puesta en el menú con una sonrisa, sonrisa que se borró cuando vio a la persona que lo iba a atender.

"Bienvenido a Sunny Ice ¿qué te puedo ofre...?" La voz de Lila se esfumó, aclaró su garganta antes de continuar. "¿Qué te puedo ofrecer?"

"Dos nieves de limón por favor." Louis se hizo el tonto, rogando para que su fastidiosa compañera de preparatoria no lo recordara.

"Por supuesto Louis." Lila sonrió apretando los dientes. "Cuanto tiempo." Murmuró sirviendo las bolas de nieve sobre los conos.

"Bastante." Carraspeó mirando sus pies enterrados en la arena.

"¿Y qué has hecho con tu vida Louis?" Lila servia de manera increíblemente lenta la nieve, Louis temía que se derritiera antes de llegar a probarla.

"Soy psicólogo y trabajo en el hospital con mi esposo." Louis movió sus dedos sobre la madera, ansioso.

Lila movió su mirada a sus dedos y alzó una ceja al ver sus anillos.

"Te casaste, felicidades." Sirvió la última bola y sostuvo los conos. "Veo que las cosas con aquel profesor fue un simple romance pasajero."

Louis se echó a reír confundiendo a la ahora rubia chica frente a él.

"Si llamas romance pasajero a una relación con mi esposo de más de seis años entonces sí, no es nada serio." Louis fingió limpiarse unas lágrimas y le tendió un billete.

"¿Te casaste con Harry?" Los conos se hicieron pedacitos en las manos de Lila, Louis frunció el ceño incrédulo ¿acaso Lila seguía encaprichada con su esposo después de todos estos años?

"Por supuesto, estamos celebrando nuestro aniversario." Louis saludó a Harry a la distancia, Harry le devolvió el saludo sonriendo.

"También me casé." Dijo rápidamente mientras limpiaba el desastre.

"Oh, felicidades." Le regaló una sonrisa incómoda. Él sólo quería sus malditos helados.

"Soy muy feliz."

"Me alegro mucho Lila, lo mereces después de haberme hecho la vida miserable."

"No te hice la vida miserable."

"Fingiste ser mi amiga para acercarte a Harry ¿quieres apurarte con eso? No ¿sabes qué? Olvídalo ya no quiero." Dejó caer un billete y con pasos apresurados llegó hasta Harry.

"¿Y los helados?" El rizado hizo un puchero triste.

"Ugh me atendió Lila." Louis se dejó caer en la silla.

"¿Quién?" Harry frunció el ceño.

"Esa chica que estaba obsesionada contigo, ew como Niall." A Louis le dieron escalofríos.

"Boo, Niall se disculpó hace bastante tiempo contigo, déjalo ir." Harry se inclinó y le besó la frente. "Vamos, el sol ya bajó." Tiró de su brazo y caminaron con enormes sonrisas hasta el mar.

Nadaban entre risas y besos sabor a sal, Louis se volvía tan consentido cuando estaba con Harry que a los pocos minutos ya estaba entre sus brazos mientras sentían las olas chocar contra su cuerpo. Sus piernas enredadas en la cintura del médico y sus brazos se aferraban a sus hombros mientras Harry intentaba nadar.

Cerca de ellos estaba una familia, una hermosa mujer morena cargaba a una pequeña niña de no mas de seis años mientras reía a carcajadas cuando su padre se sumergía y salía gritando entre risas.

Harry y Louis se miraron a los ojos, el castaño le quitó un rizo de la cara con una sonrisa tímida mientras que el médico intentaba no mirar a aquella familia.

"Te amo." Louis rozó sus narices en un besito esquimal. "¿Crees que tú y yo deberíamos...?"

Dejó la frase sin terminar porque Harry lo había besado con fuerza mientras las olas los abrazaban.

"Sí."

Y con la bendición del océano, Harry y Louis iban a completar su familia.