Teacher

Comienzo

Si alguien le hubiera dicho hace años que iba a mudarse con el amor de su vida se hubiera reído en su cara y hubiese llorado por la noche ante tan lejano ideal.

Pero aquí estaba, en el asiento del copiloto con una alegre melodía saliendo del radio y el hombre de su vida con las mano firmes en el volante mientras la noche caía. Louis soltó una suave risa llamando la atención del médico que se giró a verlo por unos segundos.

"¿Pasa algo?" El rizado preguntó con una sonrisa.

Louis negó inclinándose a él para besarle la mandíbula con cariño.

"¿Falta mucho?"

"No Boo, estamos muy cerca."

"¿Y el camión ya está ahí?"

"No, tuvieron unos problemas y llegará hasta mañana." Harry le apretó el muslo suavemente. Louis iba a responder pero sus ojos se iluminaron al ver el enorme cartel frente a él.

Bienvenido a Londres.

"¡Mira mira!" Louis chilló emocionado señalando al Big Ben a lo lejos.

Harry no pudo evitar sonreír, Louis se emocionaba siempre que entraban a la ciudad, el corazón del médico revoloteaba de alegría cuando oía su risa cantarina.

"Me encanta Londres, es diez veces mejor que Doncaster." El castaño lo miró mordiendo su labio.

"Es diez veces más frío también." Harry condujo por las calles hasta llegar a un pequeño restaurante. "Vamos, hay que pedir la cena."

Louis salió del auto abrazando a Harry con fuerza, el médico lo atrajo a él besando su cabeza antes de abrirle la puerta del lugar para que entrase.

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Media hora después y con dos bolsas llenas de comida, Louis y Harry se detuvieron frente a la puerta del que sería su nuevo hogar.

Entraron con el corazón latiéndoles con fuerza, el apartamento estaba vacío y lo hacía parecer incluso más grande. El único mueble que había era el enorme sofá de color negro que sus padres les habían regalado, Louis estaba ansioso porque los muebles llegaran para poder decorarlo todo. 

Harry dejó las bolsas de comida sobre la barra y soltó un suspiro tallando sus ojos. Louis se acercó a él abrazándolo por la cadera.

"¿Pasa algo?" Preguntó con preocupación.

"Me molesta que los muebles no hayan llegado, no quiero que nuestra primera noche aquí la tengas que pasar en el suelo." Susurró acunando sus mejillas. "Lo siento amor."

Louis se puso de puntitas sobre sus pies y capturó sus labios Harry suspiró, fascinado, bajando sus manos hasta su cintura, acercando sus cuerpo al suyo y lo cargó sentándolo en la barra parándose entre medio sus piernas.

Louis se separó por falta de aire y le acarició la mejilla.

"No importa, no me importa donde estemos o que nos rodeé, si estás tú conmigo el resto del mundo no me importa."

Harry besó sus labios, agradecido. Louis tiró de su labio sólo para molestarlo rodeando su cadera con sus piernas y su cuello con sus brazos.

"Podemos dormir en el sofá." Dijo mientras reía, Harry lo llevaba cargando hasta el sofá y daba muchas vueltas sólo hacerlo reír.