Teacher

Paris

Sus padres se habían puesto melancólicos en el aeropuerto y lo estaban bombardeando con mensajes al aterrizar. Louis rió respondiendo con paciencia cada uno de ellos mientras el taxi los llevaba hasta su hotel.

Su cuarto de hotel tenía un balcón que les ofrecía una vista hermosa de la ciudad con la magnífica Torre Eiffel de fondo. Estaba seguro que le había costado una fortuna al médico y no pudo evitar sentirse mal.

"¿Y ese puchero?" Harry lo imitó haciendo un mohín mientras desempacaba.

"¿Cuánto costó el hospedaje?"

"No recuerdo." Se encogió de hombros.

"Nos vamos a quedar una semana aquí Harry, esto costó muchísimo." Lloriqueó abrazándolo con fuerza. "No debiste."

"Soy médico Louis, viví solo durante mucho tiempo, puedo pagar esto." Acunó sus mejillas con cariño.

"¿Vas a hablar francés?" Le sonrió besando las palmas de sus manos.

"Lo haré, espero no haberme olvidado de todo por no practicar."

"Puedes practicar conmigo."

"Tu ne parle pas français (tú no hablas francés)" Alzó una ceja sonriéndole.

"Bien sûr que je parle français (por supuesto que hablo francés)" Dijo lentamente empujándolo a la cama, se subió a él sentándose sobre su pecho. "Tomo clases en la universidad y una amiga del trabajo me enseña."

"¿Qué? ¿Clases? ¿Trabajo?" Harry lo miró sorprendido. "¿Tienes un trabajo?"

"Claro, en nuestro aniversario casi arruinas mi sorpresa al entrar en donde trabajo y Olivia lo empeoró todo al hablarme." Negó divertido y se inclinó para besarlo. "¿Mi pronunciación es buena?"

"Boo, no tienes que trabajar." Harry susurró acariciando sus muslos.

"Tenía que comprarte algo y no quería que lo pagaras tú." Bajó la mirada a su anillo y lo acarició.

"¿Entonces esas eran tus clases extras?" Harry veía al techo con la mirada perdida.

"Era una mentirilla piadosa amor." Louis se acostó sobre su pecho y comenzó a dibujar sobre éste con la punta de su dedo. "Dime si hablo bien francés."

"No, debes practicar más." Se burló abrazándolo con fuerza.

"¡Hey!" Louis le dio un suave golpe en el hombro mientras reía.

Harry le besó la cabeza y de un momento a otro se quedaron dormidos, acurrucados en los brazos del otro.

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"Es culpa del jet lag." Louis dijo mientras caminaban por las calles de Paris.

"Totalmente." Concordó Harry mirando su reloj, eran las once con cuarenta de la mañana, habían desperdiciado todo un día dormidos en el hotel a pesar de sólo tener una hora de diferencia entre Londres y Paris.

Louis se mantuvo callado mientras comían y miraba sus pies al caminar. Harry se detuvo en una pastelería pero Louis no quiso entrar.

"¿Pasa algo?"

Louis alzó la mirada con los ojos aguados.

"No me has dicho feliz cumpleaños."

El corazón de Harry se derritió de amor por su pequeño novio. Lo abrazó contra su pecho y soltó una risa.