CAPÍTULO 3- Nuevo comienzo, nueva casa

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-Megan cariño despierta, ya hemos llegado.

Cuando abrí los ojos, me quedé casi sin aliento. La casa era preciosa, constaba de dos pisos y a simple vista podías ver un gran ventanal dando al salón y un pequeño jardín en la entrada. Pero era aún mejor el interior.

Nada más entrar, a la derecha, estaba la cocina, tenía una isla en medio junto con sus respectivos taburetes; luego en frente de la cocina (vamos a la izquierda de la entrada) estaba el salón, que constaba de un sofá para 3 personas, una mesita y dos sillones a los lados del sofá, rodeando la mesa, una televisión gigante y detrás del sofá una mesa enorme para comer.

Subimos las escaleras y mi madre me señaló la puerta frente a ellas.

-Esta será tu habitación. Venga va, entra- me indicó mi madre.

Cuando abrí la puerta me gustó lo que vi. Mi habitación era simple, pero espaciosa: una cama a la derecha pegada a la pared, una tele pequeña, un armario espacioso a la izquierda, un espejo de cuerpo entero delante del armario y una puerta que daba a un cuarto de baño pequeño completo.

Al lado de mi habitación, estaba la de mis padres, al final del pasillo a la izquierda un despacho y por último unas escaleras que daban a un desván.

-Esta casa es fantabulosa (fantástica y fabulosa, manías mías).

-Sabíamos que te encantaría. ¿Ves? Mudarse no ha sido tan malo- indicó mi padre.

Bueno, era verdad que la casa no estaba tan mal y que mi habitación molaba, pero aún no había experimentado ni la mitad de los sucesos traumáticos que me llevarían a querer huir completamente de esta ciudad, así que en ese momento solamente pude asentir.

(…)

Una semana después…

Mi habitación ya estaba completamente lista y yo me estaba preparando para mi primer día en el nuevo instituto, Reynolds Community College (que nombre más pijo).
Escogí una camiseta de tirantes corta y unos vaqueros normales ajustados; me puse un poco de rímel, me hice una coleta alta, cogí mi mochila y caminé escaleras abajo.

En la cocina solo se encontraba mi madre, ya que mi padre había salido a trabajar una hora antes.

-Hola mamá- dije mientras me sentaba en el taburete a comer mis tostadas de jamón.

-Buenos días Megan, ¿estas preparada para tu primer día de instituto?-preguntó con una sonrisa.

-¿Quién en su sano juicio estaría preparado para el insti?

-Oh vamos, seguro que estará genial y harás muchos amigos.

-Bueno, con los míos estaba bien…

-Megan…

-¡Me voy mamá que llego tarde!- salté del taburete, le di un beso en la mejilla y me dirigí a la puerta- ¡Te quiero!

-¡Y yo a ti sinvergüenza!- la escuché decir ya desde la parada del autobús.

Sí, tengo que ir en autobús al colegio ya que mis padres no me quieren dejar sacar el carnet de conducir aún, que ciertamente me habría salvado de unos cuantos aprietos… Bueno, sigamos con la historia.

(…)

Cuando llegué al instituto, lo primero que vi fue lo que suponía sería mi perdición: los chulos prepotentes de la entrada. Chicas y chicos con ropas caras, gafas de sol y sembrando el terror a cualquiera que piensen que es menos que ellos. Pero a mí me daba igual, no me dejaría intimidar por una panda de niñatos sin identidad.

Salí del autobús y me dirigí a la entrada, con la barbilla bien alta y mirando al frente.

Todo iba bien, pero sabía que eso solo era cuestión de tiempo, y me lo confirmó una repelente voz aguda a mis espaldas:

-Pero que tenemos aquí. ¡Lucas, chicos, mirad esto! ¡Si es la nueva!
~~~

Como dije, doble actualización. Por ahora los capítulos son cortos pero cuando empiece la acción serán más largos.
Como estamos en el principio, intentaré subir capítulo cada día para que os vayáis enganchando.

Saludos, Josie💕

Amor al primer disparoWhere stories live. Discover now