━━17: Volemos lejos

Start from the beginning
                                    

—Por eso Lyanna es mi favorita. —Sigrid tomó un pan de la mesa, antes de ponerse a comer y Said la miró indignado, llevándose una mano al pecho.

No todos sabían de los hermanos de Said, era un completo misterio. Cuando lo conocían todos pensaban que era el hijo único al no mencionarlos para nada, la razón de que fuese así era lo mucho que se preocupaba por ellos. No todos los lugares a los que tenía que ir eran buenos, no todas las personas que conocía eran de fiar y para el kainiano, ellos tres eran su principal debilidad como para hacer mención de ellos. Aunque claro, cada uno tenía su carácter y Said sabía que podían defenderse por sí mismos, pero al ser el mayor prefería evitar pasar por preocupaciones y centrarse en lo suyo.

Sigrid se enteró poco después de su regreso a Kain, cuando la amistad entre él y ella comenzó a forjarse. Said era el hermano mayor de entre cuatro, posterior a él seguía Daven quien tenía la misma edad que ella y a quién no trataba tanto debido a sus obligaciones en el reino, el tercero se trataba de Brynden, tres años menor que ella, un chico encantador en comparación con Said, era muy servicial en el reino y por eso le conocía un poco más, pues seguido mientras ella se iba a estudiar sobre las leyes del reino se lo encontraba y le ayudaba, para su edad también era muy inteligente. La última se trataba de la pequeña Lyanna, quien desde que Sigrid había regresado a Kain la había tomado como su modelo a seguir, todo el tiempo estaba con ella.

A Sigrid realmente le agradaba compartir tiempo con la menor de los Warren, Lyanna tenía un temperamento y carácter que lograba que no se metieran con ella. Para ser la menor, tenía controlados a sus tres hermanos y la obedecían sin rechistar. Poseía una inteligencia así como una habilidad para ayudarle a resolver los mínimos problemas y debido a ello había decidido a convertirla en una de sus damas de la corte.

En todo ese tiempo no había tenido damas porque no había estado presente y cuando regresó había perdido todo el conocimiento que alguna vez tuvo sobre vivir en el reino. Sin embargo, tras varias semanas en las que su padre estuvo insistiendo sobre qué ya era tiempo que tuviese sus propias famas, Sigrid no dudo en elegir a Lyanna como una de ellas, mientras pensaba en quienes podrían ser sus demás compañeras.

—Tomaré eso como traición —comentó Said—. No le digas que dije eso —añadió por lo bajo, mirando hacia los lados por si aparecía su pequeña hermana.

Sigrid rio ligeramente, poniéndose a comer. Negó al verlo en pánico.

—No le diré nada porque necesito vivo a mi amigo.

—Awww, te preocupas por mí —continuó Said, mirándola con una de sus habituales sonrisas, la cual quitó en cuanto vio la mirada de la kainiana.

—Dios, no sé qué hice para recibir un amigo así —comentó Sigrid siendo melodramática, antes de soltar un suspiro.

—Tampoco te vas a librar de mí tan fácil —replicó orgulloso el castaño, poniéndose de pie en cuánto terminó su desayuno—. Yo sé que así me quieres.

—Sí, Said, sí. —Sigrid suspiró viéndolo marchar, para después enfocarse en su desayuno frente a ella.

No pudo continuar comiendo cuando una figura atravesó el comedor hasta sentarse frente a ella, ocupando el antiguo lugar de Said. Sigrid alzó la mirada para encontrarse los ojos grises, frívolos y escalofriantes de su tío lejano, Tiberio. El cuerpo de ella se tensó desde su asiento, sus manos se pegaron a la mesa sosteniendo el cubierto, bajando su hasta la comida, ya que no se atrevía a alzar los ojos para verlo.

—Es una falta de respeto que mi sobrina mantenga los brazos sobre la mesa —bisbiseó con lentitud el hombre, tratando de parecer casual, mientras acomodaba sus cubiertos adecuadamente.

Crown | Hiccup Haddock ¹Where stories live. Discover now