Capítulo 11

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Corremos a ayudarlo, pero un par de espadas nos detienen. Miro hacia arriba y me doy cuenta de que son elfos. Por primera vez me siento intimidada por su altura y casi estoy a punto de esconderme detrás de Fili, pero recuerdo que debo hacer y trato de razonar con ellos.

-¡Por favor, tengo que salvar a mi hermano!-exclamo.

-Tenemos-agrega Fili.

-Estará bien-dicen los guardias. Pierdo la paciencia y hago algo que no debería hacer. Me deslizo por debajo de sus espadas y corro hacia Kili.

De pronto, algo me detiene y me levanta del piso. Los guardias me llevan cargando hacia donde tienen a los demás.

Yo pataleo y me trato de soltar. Grito desesperadamente y les imploro que me suelten. La desesperación me invade y cada vez me bloqueo más. El miedo me impide pensar.

Uno de los guardias me baja, toma mi rostro con una sola mano y gira en dirección a Kili.

-¿Ya viste, lindura? Él está bien-dice.

La verdad es que la araña que lo atacaba ha sido fulminada con una flecha. Suelto un suspiro de alivio y mis músculos se relajan.

Despues de eso nos registran y nos quitan todas las armas. Todas menos la navaja de mi bota que al parecer pasó desapercibida. Igual de desapercibida que la ausencia de Bilbo.

Nos llevan a un enorme castillo que se encuentra en las profundidades del bosque dentro del cual somos conducidos a unas celdas subterráneas.

Después de registrame una última vez, me empujan dentro de una celda que no parece ser muy espaciosa. Me hago la idea de pasar mi encierro en soledad cuando la voz de Fili me sorprende.

-Hola otra vez, compañera de celda-saluda alegremente.

-Te ves muy feliz como para estar preso-digo mientras le doy un efusivo abrazo.

-Compartiré mi encierro con mi hermana, eso hará agradable mi estancia-explica.

-¿Ya intentaste tumbar la puerta?

-Sí-dice dando un golpe en la puerta.

-¿Y que hacemos?-pregunto.

-Tal vez me digas más cosas sobre ti.

-Bueno, empieza preguntando algo que quieras saber sobre mí-sugiero mientras nos sentamos en el suelo y cerca de la reja de la celda.

-¿Qué es lo que más extrañas de casa?-pregunta arqueando una ceja.

-En realidad, casi todo. El olor de la comida recién hecha, ayudar en los quehaceres, los sonidos de la herrería, y mis libros-respondo. Lo que extraño de los libros es su aroma. He de tener unos cuatro o cinco, pero esos bastan para llenar mi habitación con su escencia.

Los que tengo fueron regalos de cumpleaños, porque no es como que sobre el dinero para comprar cosas, aunque nunca pasamos hambre.

-¿Y tú?-pregunto.

-Todo, pero no me arrepiento de haber venido-dice mientras mira hacia afuera de la celda.

-Pero debe de haber algo que...-me detengo cuando noto que mira algo con curiosidad-¿qué ocurre?.

-Ven-dice con una seña de que me acerque-Mira nada más, esto es algo que no se ve todos los días.

Me acerco y casi caigo de la sorpresa. Al parecer Kili está coqueteando con una elfa

-¡Qué rayos...!-la verdad no sé como reaccionar.

-Imaginate que pasaría si Thorin viera esto.

-No sería lindo-digo mientras intento asomar más el rostro para ver mejor-pero es adorable.

-¿Qué es adorable?-pregunta extrañado.

-Todo.

-¿Todo?

-Sí-respondo.

-¿A qué te refieres?-pregunta frunciendo el ceño.

-En primera, es lindo que nuestro hermano se enamore...

-Ajá-dice tamborileando los dedos en el piso.

-...y mira su cara, dime, ¿cuando lo habías visto así?

-Creo que nunca.

Regreso a sentarme y me quedo pensando en silencio. No tengo idea si hice alguna cara o sonido, pero salgo de mis pensamientos cuando Fili me sacude.

-Oye, Lana, despierta. ¿Qué ocurre?

-Es que estaba pensando como será que te miren de esa forma-respondo con aire ausente

-Creí que ya lo sabías-dice.

-¿Yo? Obvio que no. ¿Acaso crees que alguien se interesaría en mí?

-Sí, si lo creo-responde-de hecho le gustas al muchacho que vive frente a nosotros.

-¿Y tú como sabes eso?

-Pues siempre me pregunta por ti, y cuando puede te va a saludar y...

-Ya, ya, ya, ya entendí. Supongamos que si lo que dices es verdad, ¿no crees que ya me habría dicho algo?

-No es así de fácil linda-dice poniendo un mechón de cabello detrás de mi oreja.

-Pero él lo hace ver fácil-digo señalando con la cabeza a Kili.

-Aunque supongo que ya tienes experiencia en el amor.

-No-respondo tímidamente.

-Entonces, ¿no has tenido tu primer beso?-pregunta sorprendido.

-Nop.

-Ni te has enamorado...

Niego con la cabeza y digo:-Y aunque le gustara a alguien, yo nunca lo notaría porque soy mala para darme cuenta de esas cosas.

-Y que te parece si yo te aviso con un codazo, ¿vale?

-Me parece perfecto-respondo con una gran sonrisa.

Entonces, un ruido llama nuestra atención. Nos asomamos y vemos que Bilbo tiene las llaves de la celda. Corre hacia nosotros y abre la puerta para dejarnos salir.

Nos apresuramos para estar lo más lejos posible de los guardias y las celdas. Al escapar noto que el chaleco que traía ya no está, lo único que tengo es mi vestido corto con mis mallas, mi broche de Sinsajo  y mis botas (y todo lo que guardo ahí). Al igual que el resto que ya no tienen sus abrigos ni sus armas.

Todos seguimos a Bilbo a través de largos pasillos y escaleras hasta deternos en un almacén enorme.

-¡Esto es el sótano!-se queja Kili.

-Lo sé, pero tengo un plan-responde Bilbo.

Thorin hace una señal de que confiemos y nos adentramos en el lugar.

-Ahora entren a los barriles-ordena Bilbo. Cada quien escoge un sitio para ocultarse y ya que todos se han instalado, esperamos la siguiente instrucción.

-¿Y que sigue?-preguntan todos.

-Tomen aire-responde Bilbo antes de mover una palanca.


Fanfic 1: Un viaje especialWhere stories live. Discover now