911-KookTae

•07•

—Tranquilo, JungKookie, no te llames "idiota", no lo eres—. Habló el castaño con suavidad, dirigiendo su mirada a los ojitos ahora cristalinos del contrario—. Es solo que... hay un pequeño relato que aún me es difícil de asimilar—agregó, mordiendo un poco su labio inferior y tomando las manos del pelinegro entre las suyas. Se quedó pensativo unos segundos. JungKook, algo confuso, esperaba con paciencia sus siguientes palabras—. ¿Recuerdas el día en el que nos conocimos?

El menor enarcó una sonrisa en cuestión de microsegundos, regresando a su mente los recuerdos de aquella noche. La forma coqueta en la que el castaño se había acercado, su bonita sonrisa, la sorpresa que se llevó cuando sus oídos fueron privilegiados al escuchar aquella suave y ronca voz producida por el alcohol, y, joder, aquellos ojitos entrecerrados, brillantes y avellanas, totalmente perfectos.

—¿Cómo podría olvidar aquel día?—soltó Jeon mientras en su rostro yacía una expresión tonta y enamoradiza.

—Bueno, uh... Esa noche, cuando JiMinnie y yo regresábamos a casa, me pasó algo, ¿cómo explicarlo?—la mirada de TaeHyung se perdió en algún punto de la cocina que no fueran los orbes curiosos del pelinegro. Intentaba encontrar las palabras adecuadas, pero ni él mismo podía recordar lo que pasó aquel día, pues lo único que sabía estaba basado en lo que escuchó de su mejor amigo y el médico que lo ayudó a mejorar.

Y es que a TaeHyung, realmente, no le importaba mucho lo de aquella vez. Es decir, claro que lo tenía en mente, incluso se encontraba en camino un bebé fruto de la trágica noche, pero el hecho de no recordar los detalles ayudaban a que su mente no se atormentara con los hechos. Porque una persona que pasó por aquel trauma no continúa con su vida de forma normal, mas Tae realmente no recordaba con exactitud lo sucedido, por lo que no le dolía como, tal vez, debería.

Ahora, lo complicado era explicarle a JungKook lo que había pasado aquella oscura noche. Su cabecita se llenaba de muchas probabilidades y posibles reacciones que podría tener el pelinegro, estando entre ellas el que sienta asco y se aleje. Pero TaeHyung sentía, desde muy adentro, que JungKook era una persona bastante transparente y amable, era casi imposible que reaccione de mala manera. Sus ojitos negros y redondos se sentían tan puros que le era muy fácil al castaño sentirse a gusto y seguro con él.

¿Estaba dispuesto a contarle todo? Sí. Quizá sería tan solo una historia vaga con los testimonios de su doctor y JiMin, pero seguía siendo algo.

—Un tipo abusó de mí, JungKook-ah—habló en voz baja, pero lo suficientemente alto como para que los oídos del pelinegro captaran la información.

El rostro de Jeon se deformó en una expresión de confusión y preocupación. Sintió como si un baldazo de agua fría hubiera sido lanzado directamente a su rostro, golpeándolo tan fuerte que, por un momento, deseo que aquello no fuera verdad. Se sintió el hombre más idiota del mundo entero. Ahora entendía por qué Park se enojó cuando mencionó la fiesta, también las palabras de HoSeok en la tienda. Mierda, incluso había preguntado tan indiscreta y directamente quién era el padre del bebé. Su cabeza estaba hecha un completo lío y su corazón hecho una furia. Estaba claro que el castaño no bromearía con algo así, por lo que, maldición, aquello era totalmente verdad. TaeHyung había sido abusado e, incluso, se encontraba en espera de un pequeño bebé fruto de tal tragedia...

¿Quién fue? ¿Quién fue el imbécil que le hizo eso al castaño? Florecieron en su interior las enormes ganas de tomar el cuello del culpable para quebrarlo de un solo movimiento. Aunque, tal vez, también debería autoflagelarse por ser un tonto entrometido, yendo por la vida preguntando cosas que no debe y recordándole cosas tristes a los demás solo por su gran curiosidad.

—¿Kookie...?

La profunda voz del mayor lo sacó de sus pensamientos homicidas. Su ceño, el cual había fruncido en algún momento sin darse cuenta, se relajó de inmediato. Su mirada se cruzó con los ojos avellana del contrario, quien poseía una expresión algo afligida. Abrió la boca para hablar, pero fue interrumpido por uno de los largos dedos de TaeHyung, el cual se posó sobre sus labios.