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Cap (3/5)

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Cuando su teléfono empezó a timbrar, Vic no demoró en levantarse de su escritorio e ir hasta la mesita de noche en dónde había dejado cargando su teléfono. Sonrio al ver el nombre en la pantalla.

—¿Tan rápido me echas de menos?— preguntó a modo de saludo en cuanto aceptó la llamada.

Claro que lo hago— su sonrisa se amplió más después de eso. —Te extrañaba al momento de separarme de ti.

Antes de Remi, si alguien le hubiera dicho semejante cosa se habría reido por lo cursi de la situación. ¿Pero en ese momento? solo pudo sentir su pecho inflarse de calidez, además de una emoción burbujeante en todo su cuerpo.

—¿A qué hora terminas en la pastelería?— revisó su reloj, eran las tres de la tarde y como cada fin de semana, Remi ayudaba a su abuela en el negocio que esta poseía. —Podría ir a buscarte y luego salimos por ahí.

Eso me gustaría, pero en realidad te llamaba precisamente por eso— de pronto el tono del castaño se tornó nervioso. — Nana me pidió que fuera a cenar a casa, también me dijo que te invitara y...¿Quieres ir y conocer a mi familia? entenderé si aun no estás listo.

—Remi.

Dime

—¿Tú quieres que vaya?

Si— ni siquiera dudó en decirlo — definitivamente te quiero ahí. Quiero que conozcas al resto de mi familia.

—Entonces iré ¿Voy a buscarte?

No, mejor nos vemos en mi residencia. Quiero ir a ducharme y cambiarme de ropa. Nos vemos a las seis treinta.

—Está bien, nos vemos más tarde.

Besos para ti.

Soltó una carcajada cuando la llamada finalizo. Era tan extraño tener un novio, pero no en el mal sentido. Aun así Vic seguía esperando el momento en que el pánico aflorara o tuviera una crísis existencial al respecto. Pero eso aun no sucedía. En lugar de eso, estaba condenadamente feliz, más de lo que nunca antes se había sentido. Pero intuía que en su mayoría era cosa de Remi, él hacía que cualquier duda desapareciera. Su personalidad tan suelta y espontanea le ayudaba a relajarse del todo, a tal punto que en más de una ocasión había estado a punto de besarlo en medio del campus. No es que tuviera miedo de hacerlo, era solo que quería disfrutar el inicio de su relación sin tener que lidiar con miradas reprobatorias; Sabía que en algún punto tendrían que dejar de oculatarse, porque no era eso lo que quería y sabía que Remi tampoco. Pero lo harían cuando estuvieran listos para ello.

Pensando en eso, aun le sorprendía que Cody Summers no hubiera abierto la boca en cuanto los vio entrar juntos a los vestidores un par de días atrás. Cosa que Vic agradeció. Significaba que el moreno chico estaba respetando su derecho a elegir cuando hacer pública su relación.

Y eso era lo que más le preocupaba, el esquipo. Sabía que la mayoría de sus compañero tendrían una opinión desagradable,  Danields por ejemplo. El asunto es que Vic no aceptaría mierda de nadie y menos si intentaban meterse con su novio, empezando por Danields como siempre. Sería una mierda difícil cuando el tacleador se enterara, solo esperaba que no se le ocurriera tratar de hacer daño a Remi, porque entonces Vic Liberman tendría que ponerlo en su lugar.

Un rato después cuando el timbre de su apartamento sonó, se dijo que al pensar en él, lo había invocado. Raúl Danields estaba al otro lado de su puerta, con esa usual expresión de estar enojado con el mundo. Llevaba la mochila echada al hombro y no necesitó preguntarle que hacía ahí, pues Raúl solo iba a buscarlo a su apartamento cuando necesitaba que le explicara algún tema de las materias que se le dificultaban. Así que lo dejó entrar sin mayor ceremonia.

Besos Robados (Suerte #7.6)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora