Capítulo 18: Segunda parte

279 22 17
                                    

«Tierra y Mar»

[Capítulo con experiencia musical 🎶]

Pronto, ante el apurado paso que acarreaba, la mujer se vió obligada a tomar en brazos al rubí adorado de su sangre y carne, su pequeña.

En dicha escena, con la desesperación que la hacía conectar con esa mujer calando sus entrañas, la angustia de saber que algo iba terriblemente mal, fue cuando esas criaturas de apariencia fantasmal aparecieron ante los ojos de la desprevenida espectadora.

Sus pieles pálidas y traslúcidas como la luna espectral en una noche solitaria, saltaban a la vista; Sus ojos grises y vidriosos calaban en lo más recóndito de quienes tenían el coraje suficiente para girarse y mirarlos.

De afiladas y angulosas facciones, esos petrificantes seres, tan anómalamente altos, avanzaban a gran velocidad detrás de el grupo de humanos, portando lanzas, espadas y todo tipo de armas. Viéndose dentro dentro de esos ojos grisáceos y turbios se revelaba la más siniestra determinación.

Fue entonces cuando Vainui cayó en cuenta de lo que estaba ocurriendo.

En pocos segundos, gran parte del grupo de aterrorizados e indefensos humanos terminó presa de los imponentes bestias de apariencia espectral.

Sabía en su interior, que no volvería a saberse de ellos.

Sin embargo, pese a los esfuerzos de esos terribles seres por apropiarse de los midgardianos, de darles caza, muchos consiguieron escapar, entre ellos, y para su propia fortuna, la mujer de mirada ámbar.

Guiada por un sentimiento inquisitivo, Vainui se adentró en aquel paisaje verdoso, donde los arbustos piadosos ofrecían un refugio junto a su hermanas hierbas, helechos y flores. La joven morena, desesperada, procuró no perder de vista a la fémina.

El resoplar de su cuerpo, las violentas sacudidas de su oscura melena y el terror que mostraban sus ojos la cautivaron.

Se vió a sí misma reflejada ahí, en esa humana de ojos de fuego que corría por su vida con una criatura en brazos.

Las siguió hasta un risco, donde el resonar de las olas, su voz, bramando vehementemente, destruía con su furia ruidosa el silencio. Cantando en oda perversa su desgracia como un mal presagio.

No tenían a dónde ir.

La mujer se inclinó sobre el suelo áspero y permitió que la niña se irguiera por sí misma nuevamente, sin apartar de su torso el pequeño bulto de tela.

Revisó ansiosamente su pequeño rostro, buscando indicios de heridas que, por fortuna, no encontró.

Fue en ese momento, al aproximarse, que Vainui pudo ver la forma en que las dos se miraban.

Llenas de miedo, si; angustiadas, temiendo el peor de los destinos. Pero también se reflejaba el más hermoso y puro amor. Esa dulzura y afecto que expresaba un corazón cuando existe una conexión tan especial entre dos seres.

Lloraron sus ojos, cuando en su alma, como una pluma sedosa, se posó suavemente el recuerdo de su hermana.

La fémina sujetó con gran delicadeza la nuca de la niña, acunando en su mano los suaves cabellos castaños que caían sobre ella.

Unió su frente con la de la criatura hasta que sus narices consiguieron rozar una con la otra.

Vainui sintió que algo revoloteaba en su estómago, como un cosquilleo; algo en aquella imagen le pareció familiar, buyendo en las cavernas misteriosas y alejadas de su memoria. Estaba cerca, podía percibirlo.

K A N A L O A ©  [Loki Fanfic]Where stories live. Discover now