¿Cómo me enamore de ti? (Sesshomaru x Aome)

Capitulo 18 Príncipe

Es que no me lo esperaba de parte de Sesshomaru, pero sigo con nervios hace poco llego la pequeña, Rin, ya había llegado, me preocupa demasiado y el señor Jaken, recibió un castigo por parte de Sesshomaru... él se muestra muy protector con ella; es muy tierno... No sé por qué me imagino un futuro junto a Sesshomaru, en el cual está con pequeños niños, nuestros hijos, sé que suena totalmente estúpido, pero suelo fantasear de esa manera es difícil de evitar.

Pero también hay otra cosa que está en mi mente y se llama Suegra, de miedo, pero me da seguridad la manera en la que se espera Sesshomaru.

He estado comiendo lo que la pequeña, rin y trajo, también me preocupa el grupo de Inuyasha... Mmm mi pequeño Shippo, es casi como si fuera mi propio hijo — o es lo que él casi siempre me dice y de verdad parece así él me dice: Aomecita, Mamá, mami ... Lo quiero conmigo da igual si eso implica pelear con Inuyasha Por el pequeño

— Señorita Aome, ¿en qué estás pensando?

— oh Rin, pues es que extraño mucho al pequeño Shippo...

— oh, ya veo, le decimos al señor Sesshomaru, sí, ¿él se queda con nosotros después de ver a su mamá?

— No creo que deje, mejor prestemos atención por lo que veo, creo que ya estamos cerca de llegar a nuestro destino y no separes de mí, ya está anocheciendo.

— Está bien, señorita Aome — dijo riendo.

— Llegamos; así que rin y Aome, cuando me transforme, se subirán en An-Un que me seguirán al igual que Jaken.

Sin decir mucho más se transforma en su parte demoniaca completa, espera a que se alisten y emprende el camino, hacia el castillo Taisho. Pasaron aproximadamente unos dieciséis minutos, hasta que se vio un castillo oculto entre las nubes.

Sesshomaru, cuando llegó a la entrada del mismo, volviendo a su forma humana, y los demás llamaron detrás de él, los guardias que daban la entrada, miraron muy mal a las chicas por el simple hecho de ser humanas.

— Humanas — sus palabras salieron con desprecio — ¿quién les ha dado el permiso de venir aquí? — dijo de manera poco amigable.

— Son unas sin vergüenza, estúpidas, huma...

— Son mis invitadas, ¿algún inconveniente o problema?.

Pero dejaron de hablar a la intimidante mirada y voz de Sesshomaru, ninguno de los dos demonios perros, contaba con que esa fuera la reacción de él, sus pieles se volvieron blancas de la impresión. Aunque ninguno de los dos se cuestionó el cómo esas humanas pudieron llegar al castillo, si no tenían nada con que llegar a menos que fueran traídas a la fuerza o ... ¿Invitadas?

— ¡Que! — dijeron asustados.

— Lamentamos mucho nuestro percance príncipe Sesshomaru.

— Perdóneme por el atrevimiento, pero ¿por qué las trae?.

Les miro con indiferencia, y sin responder a las disculpas y pregunta entrometida; porque sus disculpas eran arrastradas por el miedo y la desesperación de arreglar su equivocación, pero, aun así, sabiendo que en cuanto él no los escuchara, las criticarían de igual forma.

— Tú — señala a uno de los guardias — ve y avísale a mi madre que llegue; y en cuanto a su pregunta... No quiero que repartan rumores en el castillo, quien lo haga será decapitado, y mucho menos alguna falta de respeto hacia las damas.

— S-si C-como usted diga príncipe Sesshomaru.

Los guardias tragaron en seco al pensar que les quitarían la cabeza; sin más les dejaron pasar, había mucho silencio hasta que Aome se decidió hablar.

— Así que... Príncipe Sesshomaru, ¿eh?.

05/10/2020