Experiencia 2

20.2K 131 3
                                    

-Joder, no entiendo nada - digo exhausta después de horas de trabajo en la tesis para la universidad

Mientras tecleo como una loca en el portátil, noto como unas manos masajean mi cuello y hombros.

-Hmmmm - Gimo mientras hecho la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados.

-Gracias, lo necesitaba - digo mientras abro los ojos.

Él baja su cabeza y nos empezamos a besar.

Noto, saboreo su lengua y toda su boca, subo mis manos hasta su cuello para profundizar más el beso.

Él baja su mano, despacio, por dentro de mi camiseta y continúa por dentro de mis pantalones y braguita.

Él sigue estando detrás de mí, yo me quito los cascos y los desenchufo del ordenador y queda sonando en repetición la canción, Livid de Eliza.

Empieza a masajearme el clítoris por debajo de la ropa, cuando me dice al oído.

-Esto es para ti, disfrútalo - baja más su cabeza besándome el cuello, ya estoy húmeda solo con unos besos y caricias.

Entonces él se sitúa en mi lateral y gira la silla, veo que lleva la camisa negra desabrochada lo que deja ver su pecho y hace que me ponga aún más cachonda.

Me clava la mirada y saca del bolsillo las cuerdas de algodón para bondage, me dobla las piernas en el pecho mientras sigo sentada en la silla.

Me las empieza a atar para que no pueda extenderlas (futomomo), se pone de rodillas y coge las tijeras y me raja los pantalones y la ropa interior.

Aunque odie que raje mi ropa me pone que haga eso.

Yo gimo bajito mientras termina de atarme, me mira y saca del bolsillo trasero de sus pantalones una mordaza con bola y me la coloca en la boca.

Con la cuerda que ha sobrado me ata los brazos a los apoyabrazos de la silla.

Aleja un poco su cabeza y me mira, por un momento, noto admiración en sus ojos pero entonces, mientras me sostiene la mirada, pasa un dedo por la entrada de mi vagina.

Ya estoy húmeda, lo nota y luego introduzco uno de sus dedos en mi vagina, automáticamente yo hecho mi cabeza atrás, lo más que puedo, cierro los ojos y gimo.

Gira el dedo dentro de mí, lento al ritmo de la música, noto como crece un calor que inunda todo mi cuerpo, a continuación mete el segundo dedo que hace que me remueva en el asiento.

-Hmmmmmmm - Gimo mientras comienza a caerme saliva por culpa de la mordaza.

Me siento inundada, abrumada cuando noto que su otra mano me empuja un poco hacia fuera.

Abro los ojos y veo que se relame los labios y escupe en la entrada de mi vagina.

Eso me mata pero aún más que pase toda su lengua por la entrada mientras me mira.

Succiona, saborea, pasa la lengua por toda mi entrada.

-Gmmmmmm, delicioso - dice mientras me devora.

Noto como se va acercando el clímax por lo que intento juntar las rodillas un poco para contener la sensación.

Él lo ve, se separa y dice.

-No, no, no nena -

Me coge la barbilla y en mi boca, encima de la mordaza, dice.

-Eso no nena -

Después de su lengua para recoger parte de la saliva que me cae de la boca a causa de la mordaza.

Entonces coge del último cajón del escritorio el succionador de clítoris.

-Mmmm mmm mm - digo

-¿Cómo? - dice quitándome la mordaza

-Si, por favor Daddy - le gusta que le llame así.

Me mira con cara de sorpresa y se apresura a encenderlo.

Y lo pone en segunda velocidad.

Me está volviendo loca y siento que muero de placer.

Para que no vuelva a intentar juntar las rodillas, las separa con su antebrazo.

- Siii, Hmmmm - gimo

Él se acerca a su cara a la mía y pregunta.

- ¿Te gusta? - mientras aumenta de velocidad.

- Cla-cla claro - intento de decir.

Mientras le miro llego al orgasmo gimiendo fuerte, con espasmos y sudando.

Él se retira las cuerdas mientras me besa apasionadamente, primero las manos por lo que paso mis brazos por encima de sus hombros y luego las rodillas.

-Lo ha hecho muy bien nena - dice contra mi boca.

Se separa para mirarme mientras yo sigo sin moverme a causa del orgasmo.

Pero entonces se da la vuelta para guardar las cuerdas, yo me levanto, me quito la camiseta y le abrazo por la espalda y noto que se ríe.

Él coge mis manos y besa las palmas, entonces soy yo la que ríe contra su espalda.

Nos giramos y nos besamos, hambrientos de deseo, le abrazo por el pecho mientras él agarra mi rostro.

Yo lo muevo un poco hasta que noto que se sienta en el escritorio con la estantería a su espalda, a la altura de los hombros.

Me separo para darle espacio, entonces sé quita la camisa y se baja los pantalones con los calzoncillos y veo que está empalmado.

Le miro a los ojos y me subo encima de él, apoyo mis rodillas en la mesa, a ambos lados de él.

Me incorporo un poco, ayudada por él; paso mi mano por mí boca llenándola de saliva, y la paso por su miembro en repetidas ocasiones y le oigo gemir en mi pecho, por lo que decido ponerla en la entrada de mi vagina y deslizarme hacia abajo.

Apoyo mis manos en sus hombros mientras voy subiendo y bajando, le beso, nos besamos, uno contra el otro.

Él me agarra del culo y me da una palmada sonora, yo le araño, me pasa sus manos suavemente por la espalda y me agarra las caderas moviéndome más rápido.

- Hmmmmmmm - gimo mordiendo mi mano

- Gmmmmmm - gime mirándome antes de besarme

Noto que voy a llegar al orgasmo y sospecho que llegaremos los dos a la vez.

Aumento la velocidad y él me agarra del cuello.

-Hmmmm - gimo antes de llegar al clímax

Le miro pero me pide con la mirada que no pare, así que voto un par de veces más y entonces.

-Gmmmmmm - gime sonoramente mientras le beso.

Nos quedamos ahí quietos, abrazados, exhaustos.

Entonces él se mueve cogiéndome por la cintura pero yo decido no mirar a donde vamos porque apoyo la cabeza en su hombro y cierro los ojos.

Hasta que noto que nos tumbamos en la cama y me pregunta.

- ¿Ya has terminado de trabajar? -

- Por hoy sí. ¿Podemos quedarnos así toda la vida?- digo

Él se ríe y dice.

-Por mi bien, pero prefiero que nos demos un baño- responde

- Mmmm - le gimo

Historias sexualesNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ