Serie de mini-historias de Sakura con motivo al evento #MultiSakuMonth2020

HashiSaku. Gracias.

Él se encontraba perdido.

Había cedido a su vicio y mandó a la mierda todos sus meses de recuperación.

Quería morir.

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Nunca supo cómo una mujer como ella, aún está a su lado.

No después de todo el apoyo que recibió de su familia y fue abandonado a la primera recaída.

Pero era comprensible, si no podía cambiar... ¿él valía la pena?

—Hashi, vamos. —exclama una mujer de cabello rosado.

Hashirama levanta su mirada y ella le sonríe.

—Sakura.

—He firmado todos los papeles pendientes, ya podemos irnos del hospital.

Cuando asimila las palabras la observa sorprendido.

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—No tenías por qué hacerlo, Sakura.

Hashirama solo bebe de su vaso de agua.

En realidad solo estaba agradecido, por lo que Sakura estaba haciendo. Cuando todos los demás lo abandonaron.

Sakura se sienta en la silla del comedor. Coloca su vaso en la mesa y suspira.

—Eres mi amigo, Hashirama. —exclama Sakura. —Sé que estabas haciendo tu mejor esfuerzo pero tuvo que meterse Izuna... —Sakura hace una mueca molesta. —Cuando vea a ese bastardo...

—No toda la culpa es de Izuna. —menciona Hashirama. —Yo caí en la tentación y debí parar.

—Aun así, Izuna debió detenerse. —ella bebe un sorbo de su jugo. —Ese idiota solo se vengó por lo que tu hermano le hizo.

—Tobirama es otra cosa. —Hashirama juega con sus manos. —Él solo...

—Ese es otro idiota con el que tengo que hablar.

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Por fin había terminado sus citas al edificio anti alcohólicos.

Durante un año y medio, recibió terapias de limpieza y con la ayuda de sus amigos, salió en adelante.

Su esposa lo dejó y se llevó a su hijo pequeño.

A veces quería dejarlo todo y vivir sin ver su realidad.

Pero Sakura ahí estuvo para él.

Lo acompañaba a sus citas y en ocasiones salían a comer.

Hashirama apreciaba el tiempo que Sakura le dedicaba y nunca se equivocó al tener su amistad.

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—Te dejé comida en la nevera para todo el día. —Sakura se coloca los zapatos en la entrada de la casa. —Hoy me toca guardia en el hospital, si alguien llama no contestes, nadie sabe dónde estás y es lo mejor.