5. Sin tanto hielo

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Newt se detuvo mirándome con una sonrisa pícara que nunca antes le había visto.

—¿un cambio de ambiente? ¿Solo para eso?—inquirió con un tono de voz que me pareció extraño el cual lo acompañó con una ceja levantada.

—no entiendo tu asquerosa expresión—comenté indiferente y abrí la puerta del auto.

—llevas una semana evitando hablar de él, has resistido mucho porque era de lo único que se podía hablar contigo.

—no he tocado el tema porque te pones como loco—repliqué—, y más cuando menciono a Donna.

Newt me miró indignado.

—no me pongo como loco.

—lo haces.

—no lo hago—espetó con rudeza.

—como sea, solo lo preguntaba porque se supone que él hará la edición de todo.

—¿y por qué no lo llamas? ¿O le pides a Marcus que haga el trabajo sucio como acostumbras?

—deja de tratarme como una inservible—bramé harta de su actitud.

—¡deja de comportarte como si nada te importara cuando realmente te importa!—soltó con obviedad.

—aw, que tiernos—una voz del asiento trasero me sobresaltó—, ya se ven como una verdadera pareja y eso que me fui por una semana. Se notan los avances.

—carajo—musité al reconocer la voz de Kyle y al verlo desde el retrovisor con una enorme sonrisa.

Él se encontraba como niño pequeño en el asiento trasero del audi. Menos mal no dije nada fuera de contexto.

—¿por qué no me preguntas lo que quieres saber y así Newt se ahorra el trabajo de lechuza?—inquirió levantando las cejas con el mismo tono que antes Newt estaba usando.

—solo quería saber si harías la edición de nuestra colaboración...

—y también que quiere ir a tu cabina para cambiar de "ambiente"—volvió a añadir Newt con el tono que ya detestaba.

—¿ambiente?—preguntó Kyle divertido y yo solo giré para evitar verlo—. ¿Y ahora me ignoras? Que madura.

—ustedes son los inmaduros—espeté—. Andando, Newt, se supone que estaríamos allí a las tres

—no era solo que llegaras para que volviera a ser la misma arpía de siempre—dijo Newt encendiendo el motor del coche.

—déjame en mi apartamento, Donna está ahí y no quiero dejarla sola por mucho tiempo.

—¿entonces por qué vienes a hacer del mal tercio ahora?—inquirí sin mirarlo.

—¿tanto te molesta mi presencia?

—me fastidia más que el sol brillándome directamente en los ojos.

Kyle soltó una carcajada haciéndome verlo instintivamente por el retrovisor. Él  tenía una enorme sonrisa de arrogancia plasmada en el rostro y aparte de eso sus ojos marrones no dejaban de verme con burla desde el espejo.

—ya te extrañaba, Delilah—comentó a lo que yo rodé los ojos.

—no me llames así—sentencié cansada del mismo asunto.

—entonces Dely, para que se escuche más ameno.

—no hagas enojar a Dalia, hace unos días por poco me lanza un tacón como al fotógrafo de Versace—dijo Newt.

—¡deja de mentir, llorón!

Newt nos llevó hasta el apartamento de Kyle. Creí que él se bajaría solo pero al parecer estaba equivocada.

Versos fríos [EN EDICIÓN]✔️Where stories live. Discover now