Capítulo 19: Maldad

2.6K 403 128
                                    

—Siento tu pérdida, Todoroki-kun. Si necesitas algo, cuenta con nosotros. ¿Quieres soba? —Ochaco le ofrecía amablemente parte de su comida al estudiante mientras trataba de calmarlo

No pasó ni un mes, y el héroe número uno volvía a fallecer. Primero All Might, ahora Endeavor. Todo Japón estaba cada vez peor; ciertos medios afirmaban que en algunos distritos podría reinar la anarquía si no se hacía algo. Tampoco había rastro de Hawks.

Todoroki odiaba a su padre, pero no quería que hubiese muerto de esa manera. Al menos fue una muerte noble, intentando atrapar al villano. Toda la clase intentó levantarle los ánimos, menos Bakugo, que se centraba en sus entrenamientos. La peor parte de todo lo que estaba sucediendo se la llevaban ellos.

—Gracias, Uraraka-san. —agradeció él, sin tomarse la molestia de rechazar el soba.

—Uraraka tiene razón. Cuenta con nosotros. Es más, hasta Bakugo está colaborando con los investigadores. Podemos ir con él y ayudarlos. —Iida pensó que, si atrapaban a la Liga, a lo mejor el bicolor se sentiría mejor. 

—No quiero, Iida-kun, pero gracias. Si me disculpáis, tengo que irme. Nos vemos después.

· · ·

Los siguientes tres días, Dabi se encargó de torturar a Hawks. Él se ofreció voluntario a hacerlo, e Izuku sospechaba que era porque él y el héroe se conocían de algo. 

—¿Le has sacado algo de información? —preguntaba el peliverde mientras le pinchaba un líquido a Hawks.

—No, se hace el valiente y apenas habla. Aunque ha dicho que los investigadores nos encontrarán, por lo que hay que tener cuidado si salimos a la calle. —respondió Dabi

—Estoy harta de tener que ver a este individuo que se cree guapo cada vez que entro al almacén. Además, no es de utilidad. Voy a por la gasolina. —A Toga no le había gustado la idea de dejar que el héroe viera cómo la Liga se organizaba. Podían verlos entrar a la habitación de Eri, por ejemplo.

—¡Oye! —Izuku intentó ir tras ella, pero Dabi le agarró del brazos, y negó con la cabeza.

—Déjala que se desahogue. Además, así a lo mejor Hawks suelta algo.

—Jamás. —el rubio miró con desdén a Dabi. Al poco rato, la villana apareció con la gasolina y una caja de cerillas. Dabi no pudo reprimir unas carcajadas mientras la chica empapaba al héroe con la gasolina.

—Si me permites, voy a hacer los honores. —Midoriya encendió una cerilla y se la tiró al héroe. Enseguida, las llamas se elevaron al techo del almacén. Se escuchaban gritos y alaridos.

—¡Estamos cocinando pollo frito! —exclamó él, riéndose de su propia broma.

—¿¡Se puede saber qué hacéis?! —Kurogiri entró con un extintor, dispuesto a apagar las llamas. Al final, el aire del almacén quedó negro por el humo. Cuando se apagaron las llamas, Kurogiri les lanzó una mirada asesina a los tres villanos— ¡Podríais haberlo matado!

—Oh, vamos, no se iba a morir. —dijo Dabi. Akane se había alertado por el ruido, por lo que acercó a la escena.

—¿Escuché pollo frito? Pues no lo parece, no tiene alas. 

—Akane, ¡qué genia! —al escuchar el comentario de la pelirroja, el peliverde y Dabi no intentaron reprimir las carcajadas.

Hawks levantó levemente la cabeza. ¿Y estos villanos eran peligrosos? «Están locos, cada uno de ellos» El cuerpo del héroe quedó cerca de calcinarse. Sus piernas estaban rojas, inflamadas y llenas de ampollas que habían explotado. Su pelo quedó negro y áspero, y sus brazos quedaron dolorosamente ennegrecidos. Le dolía muchísimo respirar, probablemente su garganta se había quemado. 

—Si muere, Shigaraki os matará. Sois como unos niños. —Kurogiri les sermoneó, pero hicieron caso omiso de su comentario.

—Kurogiri, Hawks no nos va a dar información. ¿Por qué no lo matamos y ya? —la expresión de Dabi se ensombreció, mostrando que estaba hablando seriamente.

—Negociarlo con Shigaraki. 

—¿Negociar el qué? —el villano se aproximó a él, molesto.

—Queremos deshacernos de Hawks. —explicó Dabi— Es más, es nuestra oportunidad para hacer el golpe de estado. Así, podemos arruinar el sistema de héroes y tomar el control de la nación.

—Sí, es una buena idea. —coincidió Izuku, y con más determinación y malicia miró a Shigaraki— Los detectives ya descubrieron nuestro escondite una vez. No tardarán mucho en hacerlo de nuevo. Si no nos apuramos, nos acabarán arrestando.

—Vale. —respondió simplemente, tomando por sorpresa a los presentes— Akiyama, ¿cómo van las cosas por la U.A? ¿Saben que eres una infiltrada?

—No he estado muy presente el las clases, cosa que hace que los profesores sospechen. Creo que saben que soy una villana. Aparte de eso, el profesorado intenta mantener calmado a los estudiantes, que están muy asustados. Todoroki está un poco triste por la muerte de su padre, y he escuchado que Bakugo está participando con los investigadores para atraparnos.

—Bien. Lo que haremos será desafiar a los héroes. 

—Shigaraki, ¿cómo haremos eso? —preguntó Toga, fascinada ante la idea de beber sangre

—Es fácil. Matar a Hawks mostrará que tenemos más poder que los héroes. Podemos amenazar a las personas, que si no quieren acabar como All Might, no se opongan a nuestros ideales. O mejor incluso, decirles por qué es la culpa de los héroes —Tomura miró a Midoriya. 

—No está mal. —Izuku asintió— Pero podemos hacer lo siguiente...

· · ·

Bakugo se reunía con Aizawa en la comisaría. Ahora, el rubio estaba diferente; no era tan irascible y no se molestaba por cualquier cosa. Aún así, seguía chillando y su vocabulario no era apropiado para hablar con policías.

—¿Llegamos tarde? —Aizawa y Bakugo tomaron asiento, en una mesa donde se reunían los héroes profesionales con frecuencia para hablar de cómo atrapar a la Liga.

—No tanto, pero estábamos intentando confirmar el escondite de la Liga. Las pruebas apuntan al almacén, aunque algunos oficiales piensan que es un lugar cerca del banco, ya que un testigo afirmó que Stain y una figura con características similares a Izuku entraron ahí. —explicó Best Jeanist

—No, está claro que el escondite es el almacén. Stain sólo se involucró con dos miembros de la Liga; Reaper y Hakki. Éste último ha estado ayudándole aproximadamente hace una semana a matar a algunos héroes. Reaper fue el primero en estar en contacto con el asesino de héroes, como vimos en el incidente del centro comercial. Deberíamos de atacar ya el almacén. —Gran Torino se puso en pie— ¿A qué esperamos? ¡Vamos a atraparles de una vez! 

—¡Vamos! —gritaron todos al unísono

—Bakugo, tú no vas a poder ir, y lo sabes. Has aportado mucho para descubrir el escondite, pero ahora es el turno de los héroes. 

—¡No me repitas lo que sé, Aizawa! —bufó Katsuki. Al ver que la sala se vaciaba, volvió a levantar la voz— ¡NO FALLÉIS ESTA VEZ U OS MATARÉ!

Sonrió levemente, esperando que ese fuera el final de Deku.

DesesperaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora