I

2.5K 233 6
                                    

"Si tan sólo tuviera un día más..."

El pálido se sentó en el sofá café de aquella habitación, dejando el ramo de rosas a un lado y llevando sus manos así rostro.

Pasó éstas por su cara, tratando de quitar cualquier rastro de cansancio. Eran a penas las 6 de la mañana pero el ya estaba ahí, sentado en aquel sofá, observando a su pareja dormir.

Llevó una de sus manos hasta una de las de su novio, tomando ésta y dándole un suave apretón, deseando que éste fuera correspondido.

Acercó más el sillón a la camilla del chico, tomando ahora con sus dos manos la del azabache.

- Hola amor..., Buenos días, yo..., Ah, mierda... -maldijo en murmuros, hacer aquello era difícil, y más para él, alguien "frío, sarcástico y serio", como diría su chico.-. Te extraño, ¿Bien?, Quiero que despiertes, que dejes de dormir. Te amo...

Suspiró al ver que como siempre no recibía respuesta, sólo los tristes y repetitivos sonidos de la máquina conectada a su novio que leía sus latidos tranquilos y serenos.

Se acomodó más en el sofá, casi acostándose en éste, pero aún sin soltar la mano del menor.

- Recuerdas..., ¿La vez que nos conocimos?. Recuerdo que llevabas una camiseta blanca, un abrigo rojo y unos pantalones ajustados, además de tus botines -sonrió al techo de la habitación, mostrando un poco sus dientes al hacerlo.-; Te veías tan hermoso.

Ese día había salido de la compañía a tomar un café a una cafetería cercana, ya que los que dan en el edificio son malos.

Mientras iba caminando iba mirando mi teléfono, hablando por mensajes con Hoseok ah, recuerdo que escuché un estornudo y eso fue lo que le hizo levantar la vista.

Ahí estabas tú, en ese momento sólo pude ver tu espalda, cubierta por un chaleco/abrigo rojo, tus piernas cubiertas por un pantalón negro apegado y llevabas unos botines con tacón.

Te veías tan jodidamente perfecto de espalda que no podía imaginarme cómo te verías de frente.

Y entonces noté que te dirigías a la misma dirección que yo, por lo que decidí usar eso a mí favor.

Guarde mi teléfono, sin siquiera despedirme de Hobi y aceleré un poco mi paso. Al ya tenerte cerca toqué tu hombro suavemente.

Recuerdo que te habías asustado y habías soltado una pequeña grosería. Ahí noté que llevabas audífonos... Y que tenías una bella voz.

- ¿Si?, ¿Puedo ayudarle?. -te habías girado para poder verme mejor, quitándote los audífonos para poder oírme mejor, talvez.

Recuerdo, que desde el momento en que te vi, quedé embobado por tu belleza, en ese momento física ya que aún no te conocía a fondo.

Tenías unos bellos ojos miel, que resaltaban en tu piel pálida y por tu oscuro cabello negro, tus labios eran un tanto delgados, y Dios, amaba verlos y que éstos se curvearan en una sonrisa.

- Me preguntaba si conocía una cafetería cerca de por aquí. Me muero de frío y lo único que quiero es beber un café.

Pareciste pensarlo, pero luego de unos minutos aceptaste guiarme.
En el camino, me contaste que justo te dirigías a una y que yo tenía suerte.

Y la verdad es que no podía estar más de acuerdo.

El mayor dejó de hablar, ya que su teléfono había empezado a sonar. Molesto, tuvo que quitar una de sus manos de la tuya y con ésta tomar el aparato.

Contestó, sin siquiera ver quién era.

- ¿Qué?. -preguntó, de mala gana.

- Hyung, ya vamos a comenzar a practicar; sólo falta usted. -bufó, chasqueando su lengua y levantándose del sofá, aún sin soltar la mano de su novio.

- Voy ahora.

Y cortó. Guardó su teléfono y se volteó para observar a su pareja. Se veía tan relajado, sin preocupaciones, sus pestañas largas y su cabello que ya comenzaba a crecer.

Sonrió, se acercó y juntó sus labios en un suave beso de su parte. Al separarse besó su frente y por fin soltó su mano.

- Te amo. Para de dormir, por favor.

Y luego de acomodar las rosas en un jarrón se retiró de la habitación, con aquel peso en su pecho, como siempre que dejaba aquella sala de hospital.

Stop Sleep, Please. [Min YoonGixMale!reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora