Regresión

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AMELIE

Llegamos al departamento de Karan. Sus padres estaban algo cansados producto del viaje así que decidieron ir a dormir un rato. La señora Kim se veía agotada y su esposo era el único que podía alimentar su fuente, así que fue con ella.

Aproveché mi momento a solas para investigar más sobre la dichosa leyenda que controlaba nuestras vidas. Antes me había enfocado en estar con Karan, fortalecer mi cuerpo y mi vínculo con él. Ahora era el momento de evitar que todos aquellos destinos que había visualizado a través de mis pesadillas no se hicieran realidad. Haría lo que fuera, y hablaba en serio. Siempre conseguía todo lo que me proponía y esta no sería la excepción.

También deseaba hablar con mis padres antes de realizar el viaje a México. Necesitaba aclarar toda esta situación y hacer varias preguntas al respecto. Quizás no hubiera visto en toda mi niñez algún tipo de fenómeno extraño en lo que respectaba a ellos, pero posiblemente existiera alguna explicación para eso.

Usaría todo el tiempo que pudiera aprovechando las vacaciones adelantadas que Yun me había permitido y me concentraría en estar bien para mi único compromiso laboral. Me detuve un momento y rememoré a mi amigo... recordaba con exactitud como tuve un mal presentimiento la primera vez que lo conocí; algo que sin duda fue desapareciendo hasta sentirme completamente en confianza con él. Siempre se había mostrado amable y atento a mis requerimientos, y en el fondo intuía que no sólo lo hacía por amistad.

Jamás se me había declarado abiertamente, pero sabía que como autora contaba con beneficios que, quizás, algunos compañeros no tenían. Yun solía decir que me debía el éxito de su Editorial, y que mi libertad creativa le interesaba muchísimo. Prueba de ello fue mi portada... ¿A qué autor le darían tanta libertad? Usualmente la empresa era quien tenía el control de toda la situación, y claro que tomaban en cuenta tu opinión, pero al final no se trataba de todo lo que tú quisieras, sino lo que ellos consideraran más conveniente.

Lo quería demasiado, durante todos estos años se había convertido en un mentor y en un amigo muy especial. Jamás quiso hacerme daño, de hecho, mi felicidad era muy importante para él; siempre que podía me lo expresaba.

Leah sospechaba del sentimiento de Yun hacia mí, hasta que, en una de las fiestas que realizó la Editorial, él mismo se lo confesó. Cuando mi mejor amiga me puso al tanto de sus sentimientos hacia mí, no miento; me sentí culpable. ¿Pero cómo obligarte a fingir algo que no sientes realmente?

Fue un poco incómodo al principio, pero creo que Yun finalmente comprendió que tendríamos sólo una bonita amistad. A pesar de eso mis beneficios en la Editorial continuaron, incluso hoy en día. Preguntarme si deseaba cancelar la gira, y luego conseguir vacaciones adelantadas, no era algo que un trabajador particular recibiría tan fácilmente.

Siempre estaría agradecida con él por hacer realidad mis sueños y por darme la confianza de hacer lo que he creído correcto.

Ayer sin embargo algo se quebró dentro de mí; ver a ese hombre lleno de resentimiento, de odio, de celos, asesinar a la persona que amaba frente a mis ojos, me produjo un dolor tan intenso como si se incrustaran un millón de dagas en cada parte de mi cuerpo.

—Amelie... ¿quieres que salgamos un rato? —Karan se acercó con curiosidad—. ¿Te gustaría tener otra cita conmigo? ¿Tal vez ir al cine? Cuando volvamos tendremos que enfrentarnos a la regresión, será en la noche, deberíamos relajarnos. Tanner ya está enterado.

—Me encantaría —contesté con entusiasmo, me agradaba mucho que estuviéramos tomándonos el tiempo de conocernos y hacer de esta relación un vínculo más normal —. Estaba investigando algo sobre la leyenda que habla de nosotros.

Almas y EstrellasWhere stories live. Discover now