Capítulo 43.

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-Un mes después-


Había pasado un mes desde ese incidente, o eso escuchó decir a Esther unos días antes. Estaba enloqueciendo. 

'Quizás ser un fantasma no era tan genial cómo creí que sería'     Pensó

Era tarde, y como era de esperarse, Perrie estaba en la sala de espera viendo unos documentos que le fueron enviado en el transcurso de la tarde. 

Vio el reloj de pared. 

3am. 

Suspiró. 

Volvería a quedarse despierta hasta que el propio cansancio la desmaye. 

Chloe se acercó e intentó tocar su hombro, fallando en el intento. Perrie pasó sus manos por su rostro para tratar de mantenerse despierta, lo cual hizo que se notaran un poco más sus ojeras. Tomó aire preparándose y lo intentó de nuevo, logrando tocarla y logrando también que Perrie volteara alarmada y cerrara su laptop.

- Dios... - susurró poniendo una mano en su pecho - Estoy imaginando cosas - susurró al no ver a alguien

- Por favor, descansa mamá - dijo con la esperanza de la escuchara

Perrie, en cambio, abrió los ojos sorprendida y comenzó a ver a todos lados buscando el origen de aquella voz. Luego, comenzó a negar mientras sus ojos se cristalizaban.

- No... - negó - E-Estoy imaginando c-cosas - susurró con la voz entrecortada 

Guardó su laptop y tomó la mano de su esposa, pero aún así no se durmió.





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-Con Tiffany- 



- ¿Tiff? - escuchó decir a Scott

- ¿Sí? - volteó a verlo 

- Abajo está Esther junto con otra chica - informó confundiendola 

- ¿Qu-.. ¿Dijo por qué están abajo? ¿Acaso le pasó algo a Chloe? - preguntó levantándose de su cama

- ¡Wow! Tranquila Steph, creo que sólo vienen a hablar - dijo su hermano tomándola de los hombros

- Les diré que suban, tu respira - con eso, abandonó la habitación

Tiffany se volvió a sentar en su cama y comenzó a pensar en las posibles razones por las cuales sus cuñadas querrían hablar con ella. Ninguna de ellas eran buenas. Eran horribles. Sin darse cuenta, estaba entrando en pánico y pudo escuchar las voces de Esther y Mary tratando de tranquilizarla.

Varios minutos después, estaba más consciente de sus alrededores y se sonrojó de vergüenza por haber tenido un ataque de pánico al frente de las mayores.

- Hey, ¿Estás mejor? - preguntó Mary con suavidad

- Sí, lo siento... - susurró bajando la cabeza

- No te preocupes, aunque nos diste un gran susto hace unos momentos - dijo Esther con una sonrisa

- Yo-... ¿Querían hablar? - preguntó desviando la mirada 

ADLM#2Where stories live. Discover now