ADLM#2

Capítulo 38.

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Perrie suspiró al ver de nuevo a su hija dormida en el living. Negó con ambas manos en su cadera, se acercó y le acarició el cabello

- ¿Qué pasa contigo? - susurró observándola con detenimiento

Frunció el ceño al notar un rastro de lágrimas en sus mejillas

- Ya entiendo - susurró viéndola con tristeza

Le dolía que estuviera pasando por eso sola. Sabía que odiaba las pesadillas y le confundía un poco el que no la hubiera buscado aunque sea una vez. Suspiró levantándose y con eso se fue a la cocina encontrándose con la castaña y su pequeña hija

- ¡Hola mamá! - exclamó sonriendo al verla entrar

- Hola amor - dijo con una sonrisa para luego darle un beso en la frente

- Elizabeth, tu hermana duerme - le recordó la castaña

- Oh, lo siento - susurró y siguió comiendo

- Hola Jadey - dijo la rubia dejándo un beso en su mejilla

- Hola Pezz, el desayuno estará listo en unos minutos - dijo sonriendo

- Bien, gracias Jadey - sonrío

Luego de que comieran la pequeña castaña se dirigió a la habitación de sus madres a ver algo de televisión porque su hermana aún seguía durmiendo en el living

- Creo saber qué sucede con Chloe - dijo la rubia mientras se dirigían al patio trasero

- ¿Ah sí? - la volteó a ver un segundo y luego se sentó junto a la piscina

- Está teniendo pesadillas - dijo con simpleza

- Es un muy buen punto - asintió lentamente - ¿Pero, cómo lo sabes? - preguntó curiosa

- Hoy noté que tiene lágrimas secas en las mejillas - explicó

- ¿No creerás que sean como...?

- ¿...Cuando era pequeña? - preguntó, la castaña asintió - Sí... Le afectan de la misma manera - se encogió de hombros

- ¿Sí recuerdas cómo terminaron? - la vio a los ojos

- No quiero ni pensar en eso... - suspiró - Me aterra - admitió

- Sé que sonará muy cruel pero... - hizo una pausa - Con Simon, es muy posible que sea como hace unos años - susurró

- Puede que tengas razón - susurró viendo a su alrededor

Cambiaron el tema y rápidamente ya hablaban de un tema no tan doloroso.

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Al abrir sus ojos, se encontró con la familiar imágen del televisor apagado y el inconfundible sonido de la risa de su pequeña hermana retumbando por toda la casa. Suspiró cerrando los ojos nuevamente y se giró arropándose en el proceso. Segundos más tarde gruñó al sentir como su estómago le exigía comida, a duras penas se levantó del sofá y caminó a la cocina.

'¿Qué hacer?'   Se preguntó

Revisó los estantes con curiosidad para luego rendirse y hacer lo más sencillo. Cereal. Mientras comía se dedicó a deambular cual fantasma por la casa, vio a sus madres afuera hablando pero no se quizo acercar, también vio a su hermana reír muy feliz mientras veía alguna caricatura en la habitación de sus madres y por último terminó en su refugio o habitación.