◁Basta▷

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Ojiro sin querer al moverse, con una de sus extremidades dio al interruptor y las luces de apagaron. La habitación no quedó en oscuridad si no que en las paredes brillaban algunas cosas

— ¡Brillante! —exclamó Aoyama.

— ¿Que es esto? —Preguntó Iida.

— Es tinta neón. Para entrenar un poco. La silueta esta, es la forma natural de mis muñecos de sombras, como veis  son alargadas y no tienen mucho en especial, dan mucho grima, eso sí. —Akane creo uno e hizo que moviera la mano en modo de saludo.— Pero con el tiempo han podido cambiar de forma. —Cambió el aspecto a una de las personas que tenía más cerca, que fue Koda.

— ¿han? —preguntó Kirishima

— He pensado una oración simple. Sombra, tu aspecto tiene que lucir como alguien que esté cerca tuyo. Podría haber sido yo, Iida, Kaminari, Koda o Uraraka y eligió a Koda.

— ¡Eso es estupendo, entrenar duro es lo he cuenta! —Apuntó Iida.

— Eso da algo de miedo... —confesó Hagakure.

Akane asintío.— Es raro. No siento que sea algo mío, no es algo natural. Obedecen parcialmente, y estos días se están tomando sus espacios.

— ¿Sus espacios?

— Tomo a las sombras que poseo como algo que termina cogiendo vida. No estoy segura si es si, pero es más fácil creer eso que buscar alguna otra excusa. Les gusta coger grandes masas de sombra y aveces cuando voy caminando mi sombra desaparece o la sombras comienzan a agruparse por el suelo o las paredes y eso no me gusta.

— Con el tiempo seguramente puedas controlar esto. ¡Aprenderemos todos con mucho esfuerzo y sudor! —exclamó el delegado de la clase.

Finalmente dieron los votos, como rey de las habitaciones favorito Rikido Sato, quien había ganado la mayoría de votos por sus deliciosos pasteles y como la reina de las habitaciones de la chicas, fue Akane Fujimoto. Fue más bien por qué Akane de alguna forma parecía que tenía la habitación de una jovencita y no la de una niña pequeña como era en el caso de las demás, menos Jiro, que tenía toda la habitación llena de instrumentos. Mina demasiado rosa tanto que parecía hasta hortero.

Akane tenía una habitación que a los chicos les parecía la ideal, mucho de ellos con la idea o el sueño de que si tuvieran algún día novia y fueran a su habitación, eso sería lo que verían.

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Las cosas estaban animadas, habían vuelto de las clases y todos estaban en la sala común, cada uno haciendo cosas diferentes.

Akane jugaba al uno con Izuku, Katsuki, Minera, Denki, Kirishima y Sero.

La televisión estaba prendida, pero casi nadie la estaba viendo.

Denki sonrió de lado.— Lo siento Kiri. —Sacó una carta roja con un +2 en la esquina, la colocó encima del 4 rojo.

Kirishima sonrió de vuelta.— Sero, se siente. —¡Otro rojo!

Sero negó entre risas.— ¡Mala suerte! —Sacó uno verde.

Akane remató con uno amarillo.— Izuku, dime qué tienes una carta.

Izuku apretó sus labios y miró por el rabillo de los ojos a Bakugo. Tenía una, pero no, no podía. ¡Era su novio! ¿Cómo podría hacerle eso a su Kacchan?

— ¡Estúpido Deku lanza de una vez, aquí no hay equipos!

— Aahh... ¡L-lo siento Kacchan! —Un +2 verde.

Viviendo con mi Sensei. 【SHOTA AIZAWA × OC】「PARTE I.」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora