Por cada flor que me das

4.

Luego de esa vez ya no tuve que esperar más semanas por ti, porque ahora era diario. No sabía ni tu nombre, ni que estudiabas, ni por qué hacías eso, pero nada te detuvo.

Me llego una flor verde cuando estaba sentada en la parada de buses, tu amigo la fue a dejar por ti.

Encontré una flor naranja justo cuando estaba subiendo en ascensor para ir al laboratorio, había tenido un pésimo día, peleando con personas que ni se merecían mis gritos y llegando tarde a todas partes que cuando las puertas metálicas se abrieron y una flor me estaba esperando ahí, sentí que mi mundo se aliviaba.

El rojo fue cuando estaba cansada de subir las escaleras, estaba tomando una respiración profunda, intentando devolver el pulmón que había perdido a su posición original, cuando torpemente cayó una flor de papel roja sobre mi pie. Saludándome, al igual que tu, cuando miré hacia arriba y te vi agitar tu mano, como si nos conociéramos de siempre.

Esa fue la primera vez que sentí, mi corazón palpitante tropezar.