3.

579 83 7
                                    

Vi a uno de tus amigos salir detrás de mi en el autobús a la universidad, lo reconocí porque no dejaba de mirarme y el día que nos conocimos, él no dejaba de reírse.

Me miraba como un cómplice, como si nosotros tuviéramos un tipo de secreto juntos, que nadie mas tenía que saber. Tanto así que ni yo sabía.

Me incomodaba, siempre lo hizo y siempre lo hará. Nunca me agradó tampoco, pero ese día que lo vi fue bastante útil, porque luego de una nueva semana sin saber nada de ti, me llevó hasta donde yo quería, tu salón.

Era tres pisos más abajo del mío y tus clases no empezaban hasta las 9 de la mañana, así que aun no llegabas. En cambio, más de tus amigos sí, no recuerdo el nombre del chiquito pecoso que se me acercó, pero si recuerdo la flor de papel amarillo que me dio, porque este era diferente, más bonito, más brillante y por alguna razón, me hacia sospechar de que había alguien diciéndote cosas de mi, porque el amarillo es mi color favorito.

Lástima que ese día no pude esperarte, porque ya iba atrasada a mis clases y tu no ibas a llegar temprano a las tuyas.

Por cada flor que me das Where stories live. Discover now