Tenias que ser tu |Montgomery de la Cruz|

Solo es mi cabeza

Me quede totalmente quita, no entendía nada ni sabia si esto era real. Pero se algo, y es que esto no suele pasarle a la gente. Mi "yo fantasma" se acerco a mi me rodeo, para quedarse detrás de mi agarrando mis hombros.

-Bueno, bueno, veo que ya lo estas comenzando a entender- dijo el supuesto fantasma, digo supuesto por no decir que notaba como si su respiración me inquietaba-

-¿Entender el que?- dije, como no, sin entender-

-De lo que eres capaz de hacer, de quien eres en realidad-

-Yo no soy así, no soy mala persona.

-¿No? Dime ¿Crees que Grace piensa lo mismo?

-Me da igual, esta muerta.

-Por tu culpa.

-Cállate ya joder.

-Dime ¿Quien sera el siguiente? ¿Justin? ¿Zach? ¿Monty...?

-Nadie va a ser el siguiente.

-¿No? ¿Por que no? ¿Por que estas tan segura?

-Porque se que no volverá a pasar.

-Cariño, soy un reflejo de ti en un futuro, todo puede pasar- dijo mi yo fantasma, desapareciendo-

Salí de ahí y obviamente me deshice de las bolsas, volví a la casa de Grace, la muerta, y me encontré a Monty... ¿Barnizando una mesa?

-¿Se puede saber que haces?- dije acercándome a su "taller improvisado"-

-Bueno, como has tardado 84 años en llegar, me he vuelto bricomaniaco- dijo con el pincel e la mano-

-Eres un personaje- dije riendo-

-Bueno, eso no lo niego.

-Creo que sera mejor que volvamos a casa.

-Si, es la mejor idea que has dicho en toda la noche.

Monty y yo salimos de la casa y llegamos hasta la mía, ya que si el volvía a la suya a estas horas, le pegarían una paliza gitana.

Subimos a mi habitación y Monty se tiro a la cama y se agarro fuertemente, como un koala a su eucalipto.

-¿Que haces, animal?

-Retener a la cama.

-Si, cuidado, no vaya a salir corriendo- dije sarcásticamente, a lo que Monty respondió sacando la lengua-

Monty se quito la camiseta y yo la mía, para después quitarme el sujetador y ponerme mi pijama.

-Déjame a mi- dijo a mis espaldas-

-¿Que?- dije girándome-

-Quitarte el sujetador- dijo obvio-

Yo solo reí y me volví a dar la vuelta, apartando mi pelo para que Monty me quitase el sujetador que desde hace tiempo me estaba matando.

Sentí las manos de Monty en mi espalda y mi piel se erizo por completo, y sin previo aviso Monty comenzó a dar besos en mi cuello.

-Monty se lo que intentas-

-Shhhh- dijo en mi oído-

-Monty, mañana tenemos que madrugar...

-Tu lo has dicho, mañana- dijo quitándose la ropa y dejándome en la cama-

-¿Tu piensas Monty?- dije acariciando su pelo-

-No, y tu tampoco deberías- dijo tumbandose a mi lado-

-Eres idiota- dije dándole un codazo suave-

-Y así me amas- dijo Monty tapándose con la sabana-

-Correcto.

Monty sonrió.

-Te quiero mucho sabes- dijo Monty mirándome-

Sentí como mis mejillas se calentaban.

-Yo también te quiero- dije tapándome la cara con mis manos-

-No te tapes, te ves bien- dijo sonriendo-

-Cállate- dije muerta de vergüenza-

-Como quieras, mademoiselle- dijo dejando un beso en mi frente-