Últimamente notabas un poco decaído a tu novio, comprendias que era por su trabajo, ser Idol no era nada fácil, mucho menos por las constantes críticas y hate que recibía diario, el trataba de ignorarlas pero como todo ser humano le dolía y más que su propio fandom se las dijera
Tu tratabas de apoyarlo en lo que más podías, pero lo mejor era darle su espacio y cuando el te necesitase ahí ibas a estar siempre. Su felicidad era la tuya, su dolor era el tuyo
—¿Amor?— Tocaste su pequeño estudio que había improvisado en su departamento
—¿Si?—
—¿Puedes salir un momento? Te tengo una sorpresa — Después de un par de segundos la puerta se abrió, dejando ver a tu novio con unas grandes ojeras debajo de sus lindos ojitos, con un micro pucherito y su cabello despeinado, el se pasaba horas ahí dentro, no sabias exactamente que hacía pero estabas segura de que lloraba. Más por que varias veces lo habías oido
—¿Una sorpresa? ¿Es un día especial? Oh, no me digas que me he olvidado de algo— Fruncio su ceño bastante molesto de si mismo, el sabía que te estaba descuidando mucho y no quería perderte, pues aún que tu no lo supieras, le ayudabas muchísimo con este tema de seguir adelante, el tan solo pensar que te tenía a una habitación y que cuando salia de su cueva te veía y podía besarte eso era su motivo por el cual abría los ojos cada mañana
—Nada de eso. Solo es un obsequió —Te encogiste de hombros y tomaste su mano para guiarlo al living
El noto tu vestimenta, estabas muy bien maquillada y solo traías puesta una bata blanca de lana, tu cabello en rulos y un hermoso broche Gucci que el te había regalado en su aniversario
—¿Por que vistes así? ¿Vas a salir?—Cuestiono
—No sabía que podía salir en bata a algún lugar— Sonreiste
No le agradaba la idea que su chica saliera así, planeaba tenerte todo el día en casa así o sin ropa, pero con el
Cuando llegaron al living pudo observar un caballete con un lienzo de tamaño grande, varias pinturas óleo en una mesita y pinceles de todos los tamaños y texturas. Su emoción salio a flote, pues hace mucho tiempo que no pintaba, por lo mismo de su trabajo y su poco tiempo libre
—Pintame. Jeon Jungkook, soy tu musa— Quitaste el nudo de los cordones de tu bata que la mantenía en su lugar, debajo no llevabas nada, el te observo con detenimiento sin perderse ningún movimiento
Tu cuerpo quedó descubierto, sentiste una corriente de aire golpear tu piel debido a que el gran ventanal estaba abierto, caminaste hasta el reproductor de música y pusiste algo lento, que combinaba a la perfección con la ocacion
La tu de hace cuatro años jamás hubiera hecho esto, tu aprendiste a quererte a ti misma cuando JK llegó a tu vida, el te enseño a valorarte, te enseño el amor verdadero por ambas partes y te transmitió esa confianza, por eso te sentías con el derecho de ayudarlo a salir de esta
El se acerco a ti y jugo un rato con tus piernas y brazos, dejándote así en una pose perfecta para el. Estabas totalmente acostada en el sofá con tus brazos estirados, encorvando tu espalda y flexionando tu pierna derecha dejando muy poco a la vista tu zona íntima, tu abdomen plano y viendo hacia el, mechones de cabello paraban en tu frente, el lo prefirió así
—¿Sabias que eres la mejor novia del mundo?—Habló una vez que coloco la primera capa de blanco en el lienzo, comenzó a observarte pensando en por donde debía empezar
—¿Y tu sabías que te amo mucho?—Sonreiste, viendo sus mejillas sonrojarse algo característico que amabas de el
Amabas la vista que tenías, aun que el amaba la suya también, pero es que te sentías tan tranquila viendo sus gestos de concentración, sus leves miradas que lanzaba a tu cuerpo tratando de disimular y muy dentro la emoción que sentía por volver a pintar, se sentía demasiado feliz, tu lo habías hecho sentir feliz. Cuando su mirada paraba en la tuya, inconscientemente sonreía, pensando en lo afortunado que era por tenerte a su lado
—Te quedó genial bebé —Alagaste una vez terminado tu retrato, el corrió a la pared de su estudio y lo colgó ahí
—Simplemente, te amo—Beso tus labios para volver su atención a tu retrato, que le había quedado perfecto. Todo lo que hace es perfecto
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