Días Tranquilos

178 26 0
                                    


Luego del momento de confusión con Kosei, y dando las presentaciones del caso tanto Hipólita como yo nos disculpamos al sacar conclusiones apresuradas, ya que siendo sinceros sus movimientos nos parecieron a ambos ultra sospechosos. 

Pero la realidad a veces es mas grande que la ficción, quien podría adivinar que este par de jóvenes despreocupados solo están de turismo en mi planeta y de manera totalmente casual se pusieron a hacer compras en el mismo momento que nosotros, y aun mas increíblemente tanto Hipólita como la novia de Kosei comparten gustos en casi todo.

En fin, después de las debidas presentaciones y un merecido descanso para mis adoloridos pies nos dispusimos a buscar un lugar tranquilo para almorzar. Kosei y yo intercambiamos información de contacto y seguimos nuestro camino, no sin antes recibir de parte de el alguna información sobre los siguientes movimientos de mis fanáticos.

Sin mas preámbulos y con una gran cantidad de bolsas y demás chucherías regresamos a mi casa, donde las miradas que me dieron todos los que se topaban conmigo eran algo peculiares. Tal parece ser que este tipo de escena ya se ha visto durante varias generaciones en mi casa, por lo que solo me queda sonreír y aceptar que aunque los hombres tenemos la ultima voz en casi todos los asuntos que refieren al hogar, son las mujeres las que realmente nos domina. Eso ha sido desde la creación de la humanidad y creo que nunca cambiara por lo que buena suerte con ello.

Dentro de todas las bolsas y demás cosas que traje conmigo desde las diferentes tiendas no todas le pertenecían a Hipólita, algunas estaban destinadas a mis hermanas y a mis madres y un par a mi padre, ya que siento que no he sido el mejor hijo/hermano que se puede tener.

Solo para aclarar, las emociones y recuerdos de este cuerpo ya están totalmente asimiladas pero aun así una pequeña parte es renuente a fusionarse con lo que vendría a ser "mi todo". Por lo que solo puedo suspirar y esperar que mis futuras acciones le den el debido descanso al pobre del Athan original para que pueda pasar a la siguiente vida.

Luego de literalmente matar a través de mi camino para regresar a mi hogar, mi mente estaba algo exhausta por lo que me dispuse a disfrutar de una ducha como si tratara de lavar mis penas con el agua caliente.

Y antes que Hipólita se ofrezca a acompañarme en la ducha la mande a organizar sus compras ya que solo las dejo tiradas por toda mi habitación.

Dejando de lado a la gruñona de Hipólita dejo que el agua caliente recorra mi cuerpo en la ducha, dejo que el calor de las gotas de agua recorra mi cuerpo y limpie de cualquier mal pensamiento mi mente. Por unos minutos dejo en blanco mi mente y solo me mantengo en esa misma posición para poder ser uno conmigo mismo por primera vez en esta tercera vida. 

Lanzando un gran aliento viciado, que a mi parecer contenía todas mis preocupaciones abrí los ojos con una mente mas despejada, después de mucho tiempo he podido encontrar un verdadero momento de paz para mi mismo. Si no es una cosa es la otra, y aunque me gustan los giros inesperados no soy muy fanático de que mi vida sea tan incierta como las leyes del cosmos. 

Las idas y venidas que he tenido desde que este peculiar sistema llego a mis manos se me antojan mas que ridículas, pero poco puedo hacer para solucionar el asunto por lo que solo aceptare la cosa como es ..."algo que escapa de mis manos"

Saliendo de la ducha observo mi rostro juvenil y mi despeinado cabello. Actualmente mi cuerpo esta ligeramente marcado y se nota que mi fuerza corporal no es la mas optima pero es algo que puedo cambiar fácilmente gracias al sistema y mis propias rutinas.

Con solo una toalla en rodeando mi cintura salgo del baño, el vapor de humo me persigue por unos instantes hasta que se disipa ligeramente a medida que me adentro mas en mi habitación. Que en este punto esta llena de cosas tan insólitas como blusas y lencería femenina. Aquí debo de acotar que con las compras gasta cerca de un millón de Dracmas y en su mayoría todo el gasto se fue en las cosas a las cuales Hipólita les ponía el ojo, ya que ella decía..."Athan mira eso se ve interesante, lo quiero" y acto siguiente yo tenia que comprarlo para ella.

Atraves del mundo con un sistemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora