Muerte y más muerte

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Luego de unas cuantas horas de sueño, las cuales desearía que hubieran sido más, el sonido del cuerno de batalla nos arranco a todos de nuestras camas y nos regreso a la cruel realidad.
Otro día más lleno de muerte y masacres me espera.
Sin prisa fui caminando hacia el área de suministros, esperé unos minutos para tomar todas las flechas que pude sin llamar la atención y discretamente las fui poniendo dentro de mi anillo dimensional.
Tome un nuevo arco y una ración de comida y agua, para luego caminar hacia la muralla a paso firme y tranquilo.
A mi lado todos corrían y me lanzaban miradas despectivas, supongo que deben de creer que estoy tratando de arrastrar el tiempo por qué tengo miedo.

Poco me importa lo que piensen, para mí ellos son los locos al apresurarse a enfrentar enemigos que aún no están a la vista.
Me tomo unos diez minutos llegar hasta la base de la muralla, por primera vez puedo verla en persona. Bueno el actual "yo" para ser más precisos.
La muralla tiene una altura de cerca de 30 metros y una extensión de más de un kilómetro, con un ancho demás de 5 metros. El espacio justo para acomodar tres soldados hombro con hombro.
De color marrón claro y con una textura similar al granito al tacto me saluda al escalar la muralla.

Sin pensar más me dispuse a encontrar una ubicación para poder ponerme a buen recaudo mientras acribilló a los enemigos con mis flechas.
El sol aún no estaba totalmente presente en el cielo cuando los invasores llegaron en una manada iracunda. No me tuve que poner a pensar hacia donde apuntar ya que la cantidad de soldados enemigos eran tan grandes que puedo asegurar que fácilmente ahí más de 30 mil soldados acosando esta ciudad fortaleza.
Sin pensarlo mucho camine hacia una de las salientes de la muralla y sin pensarlo solo empecé a disparar a diestra y siniestra mis flechas.
-Ding... (El Host ha iniciado una fiesta de muertes en defensa de la ciudad fronteriza. Se dará una misión secundaria.
★Mision Secundaria:
Acribilla a los invasores:
Estás en las murallas defendiendo tu nación, evita que tú sección caiga demasiado pronto.
Objetivos secundarios; mata a 100 enemigos.
Sub objetivo 1 ; mata a un capitán enemigo.
Sub objetivo 2 ; encuentra una manera de destruir una arma de asedio.
Sub objetivo 3 ; descubre al traidor que causó tu muerte.
Sub objetivo 4 ; viola a una mujer enemiga (encuentra a una de las "cuidadoras" del enemigo y hazla conocer el poder de tu entrepierna 😏)
Recompensa: Se evaluará el puntaje final según la terminación de los objetivos.
Tiempo límite: Hasta la media noche.
Aceptar
Si/No

Tengo muchas cosas que opinar sobre la parte final de esta misión pero no gastaré tiempo en eso ahora, sin inmutarme y sin detener la salida de flechas de mi arco acepte la misión.
En este punto mi condición física es tres veces la de un adulto normal y 50% mas de un soldado común por lo que se me hace fácil esquivar las flechas mientras sigo lanzando las mías.
En menos de media hora la totalidad de las flechas en mi anillo se habían terminado y no había manera de regresar a la casa de suministros en este punto.
Por lo que sin opción empecé a rebuscar a los muertos a mi alrededor en búsqueda de flechas.
Si amigos, muertos a mi alrededor, ya que aunque mate a más de 200 enemigos con mis flechas esto no es ni una gota en este océano de enemigos, por lo que a cada segundo de la misma manera que los enemigos morían debajo de la muralla también lo hacían los defensores.
Cuando empezamos tenía poco más de 20 "compañeros" a mi alrededor pero ahora estoy solo y puedo apreciar que en algunas partes de la muralla nuevamente se colaron enemigos.
-Que fastidio, ¿Por qué no pueden ser algo más útiles?

Dije mientras usaba mi espada para perforar la garganta de un pobre diablo que subía por la muralla.
Las escaleras inundaban la pared de la muralla y los invasores pululaban por doquier. Veo que esto no se sostiene con nada, son demasiado inútiles en verdad.
No están organizados, ni existe una cadena de mando ni por asomo.
Solo ha pasado poco más e una hora y ya estamos en este estado, no me sorprende que la ciudad sea un caos desde el primer día.
- !Bien cambiemos la marea!
Dije mientras corría hacia los pocos soldados aliados que quedaban cerca mío.

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