Pequeñas Palabras

¿Qué es el amor? Muchos dirían que es un sentimiento, algo con lo que aprendes a vivir. Otros dirían que nunca lo han sentido; y otros no sabrían si lo llegarían a sentir. Una palabra que se mezcla con millones de emociones, con millones de sonrisas... Una simple palabra, solo eso. Pero de las que te pueden romper en mil pedazos. 

El corazón. ¿Qué siente? Supongamos que amor. Amor por las cosas que quieres, que te gustan. Hasta lo imposible. Te provoca sentimientos incompletos, te da una felicidad que, en algún momento, se acaba esfumando. Por amor se pueden llegar a cometer estupideces involuntarias, como olvidar. Olvidar algo que duele, alguien que no querías perder pero lo hiciste por su bien. Olvidar sentimientos, sensaciones, objetos, personas. Son solo cosas, pero de las que valen más que una vida. 

Dicen que el amor, ciega. Que solo piensas y te dejas llevar por los sentimientos. Es como una cadena, una cadena que te ata a otra persona y que no se rompe. Ni el tiempo es capaz. Dicen que el amor duele. Que te hace sentir de todo a base de golpes, ya sea bueno o malo. La ausencia de alguien siempre duele. Te hace pensar en lo que sientes, en lo que quieres, en el porqué se fue. Y, a veces, pensar es peligroso. Es como una enfermedad. Comienza y poco a poco se va extendiendo, convirtiéndose en una jaula de la que no encuentras salida. Piensas un día y al otro, y así continuamente. A veces, los corazones no se rompen por amor; se rompen por culpa nuestra, por pensar demasiado; y entonces, no solo pierdes una parte de tu corazón, sino también a la persona que se la lleva. Pensar solo te jode la vida un poco más. Cierto, ¿no? Cuántas personas habrán asumido que sufrían por amor, cuando en verdad sufrían por sus propios pensamientos.

Siempre confundimos sentimientos con lo que, a lo mejor, son emociones. Y llegamos a casa, y damos vueltas y vueltas pensando:"¿Y qué siento?" Y lloramos; por el hecho de no saber cómo comportarnos con esa persona, porque no sabemos qué decir, ni qué hacer, no sabemos estar. Muchos prefieren no creer en el amor, prefieren alejarse porque la soledad no causa daño. Pero, ¿qué es la vida sino arriesgarse? No se puede vivir sin amor. El dolor... por más que te alejes te va a encontrar. Si no sufres por amor entonces, ¿por qué? Siempre es lo mismo. El amor lo engloba todo. La tristeza, la felicidad... Siempre sufrimos por amor; ya sea amor propio o hacia alguien o algo.

La vida y la muerte. ¿Qué diferencia hay? La muerte es el final de la vida; la vida, a veces, es peor que la muerte. Lo único que conlleva es sufrimiento día tras día, en cambio, la muerte nos libra de todo aquello. Son palabras tan opuestas pero a la vez tan semejantes, las dos generan dolor: la vida, durante años; la muerte, un instante y adiós... Y una vida con medio corazón no merece la pena ser vivida. Simplemente, no. Todo por alguien que decidió no devolverte aquello que te pertenecía, y que por ello, ha generado una vida llena de recuerdos que son difíciles de olvidar. Pero aún así, cada día se muere un poco más por el hecho de no tenerlo, de no encontrarlo, de intentar no olvidar, aunque tu medio corazón te incite a hacerlo. El amor, a veces, perjudica más de lo que beneficia. Todo se vuelve más doloroso cuando un día te despiertas y no sientes a nadie a tu lado. Cuando miras a tu alrededor y tienes la sensación de que te falta algo. Que tu corazón se ha agrietado un poco más y ha dejado salir la última ráfaga de amor que le quedaba. Las consecuencias que conlleva enamorarse son más dolorosas que el hecho en sí. El amor es querer sabiendo que en algún momento tendrás que olvidar. Pero, se puede amar habiendo olvidado... Amas los sentimientos que te provocaba, las sensaciones que te producía, las experiencias que ya no podrás vivir. Las historias más bellas suelen ser las que contienen varios mundos de sensaciones y experiencias, ya sean buenas o malas. Pero cuesta pensar que no todo siempre es bueno. Un día cualquiera la otra persona te olvida; y duele. Y toca volver a empezar. De nuevo hay que volver a enamorarse y repetir todos los pequeños momentos.

Pero, ¿de qué sirve enamorarse? Una vez que amas por primera vez nunca se olvida. Creas una vida a base de momentos que piensas que serán eternos; y un día te encuentras sin ese alguien que creías que sería tu "para siempre" y solo fue un instante más. Creas una vida a base de momentos que son inolvidables y por eso duelen. Duelen porque son momentos felices, porque cuando se recuerdan te gustaría volver allí con ese alguien que ya será un desconocido en tu vida. Sí, amar es complicado, y requiere tiempo, esfuerzo y una vida por delante. Hay veces que nos enamoramos y nos da miedo llamarlo amor, porque sabemos todo lo que conlleva. Sabemos que eso implica compartir tu vida con la de otra persona, afrontar problemas, celos, y dolor cuando estás a punto de perderla. Sentir de todo y de repente, no sentir nada. Olvidar es la peor parte. Muchas veces no queremos hacerlo, otras veces sí, pero la mayoría preferimos quedarnos con el recuerdo aunque nos haga sufrir. Olvidar es el verbo que más lágrimas provoca, ya se haga de forma inconsciente o consciente. 

El amor... es solo un conjunto de palabras envueltas en sentimientos y emociones que provocan alegría y sufrimiento. Querer, amar, pensar, dejar, olvidar y mil más. Pero son solo eso. Un conjunto de pequeñas palabras que son capaces de romper un corazón.

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