Introducción

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La vida da muchas vueltas, y la mayor parte del tiempo lo único que hacemos es pensar quién las dará con nosotros; quién será aquella persona con la que invertiremos nuestros momentos más felices o más tristes. Conocemos a alguien y pensamos que podría ser nuestro "para siempre", para luego darnos cuenta que solo duró unos pocos instantes. Duele, ¿verdad? Aunque lo más complicado es olvidar aquello que aún amas, pero sabes que nunca podrás volver a tener. Día tras día piensas en cómo habría sido tu vida si la otra persona continuase a tu lado, pero no, sería demasiado soñar. A veces, es mejor olvidar algo que quieres aunque duela, aunque resulte imposible, aunque para ello haya que descargar sobre la almohada miles de lágrimas que dejan salir partes de nosotros mismos, y que una vez derramadas, conforman un corazón de acero que es incapaz de romperse. Pero no nos engañemos; todos sabemos que cuando se trata de amor ni el corazón más fuerte puede resistirse y, al final, acaba cayendo, y vuelta a empezar. 

En el mundo existen cientos de corazones rotos, cientos de sonrisas llenas de lágrimas. Existen quienes guardarán y venerarán tus sentimientos, y quienes los tirarán por la borda de un bote en medio del océano. Existimos, que es lo más hermoso aunque doloroso. Pero cuando pierdes tu "para siempre", todo se convierte en nada. Y tú, te conviertes en recuerdos que intento desterrar al olvido.


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