Sixt Memory

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Ambos se encontraban en la celda del mayor, Iris estaba sentada entre las piernas de Musashi mientras le leía una novela, y él tenía rodeada su cintura mientras que ella se mantenía recostada en su pecho, podía sentir su calor y su aroma, también había notado al abrazarla como había crecido, incluso su voz había madurado.

Ella por su parte no entendía sus emociones, por una parte estaba sonrojada y su corazón latía como si hubiera corrido una maratón. Mientras que por el otro, sentía la calma y seguridad que solo él era capaz de transmitirle.

Entonces sintió como Musashi apoyaba su frente en su hombro.

—¿Musa?

—Iris... ¿Qué somos ahora?

Ella se sorprendió al escuchar su pregunta.

—Yo... No lo sé... No creo tener derecho... A opinar sobre eso...

Ella solo podía callar y aceptar lo que Musashi quisiera, no lo dejó matarla en el torneo de año nuevo, pero si él la quería lejos, si quería ser su amigo, o si quería volver a lo que eran... Todo dependía de él.

—¿Por qué no tienes derecho? Es sobre nosotros Iris, no sobre mi.

—...Porque no merezco nada de ti exepto desprecio tras lo que hice... —Musashi sintió su corazón oprimirse al escuchar sus palabras.

—Ay Iris... —Le quitó el libro que estaba leyendole y la acomodo mejor en su regazo para poder abrazarla y acariciar sus cabellos—. Lo que pasó entonces no fue tu culpa. Reaccionaste para protegerme y no supiste controlarte.

—Te quité tu vista... —Le recordó sintiendo sus ojos picar.

—Y a cambio salvaste mi vida. Fuí yo quien falló al no poder protegernos.

—¡Eso no fue..! —Ella no pudo continuar al sentir los labios de Musashi sobre los suyos.

Solo un casto rocé que bastó para aclarar lo que los había atormentado durante dos años.

—Dejemos de culparnos, ¿si? Solo... Miremos al futuro como esa vez.

—¿Tú crees... Que está vez será posible? —Ella ya sentía como las lágrimas caían por su rostro.

—Nada es seguro en este mundo, por eso debemos esforzarnos de forma continua por aquello que queremos. Yo creo que en este lugar no necesitamos escapar, y por sobre todo: no me quiero rendir contigo Iris. —Le dijo mientras juntaba sus frentes y secaba sus lágrimas con sus pulgares.

—Tonto...

Él sonrió al escucharla y comenzó a repartir besos en su cabellera mientras que ella se aferraba a sus hombros y lloraba aliviada.

—Uno te va a matar... —Le dijo entrecortada.

—Siempre pensé que era demasiado bueno para ser verdad que no tuviera un suegro al que pedirle su aprobación. —Bromeó encogiéndose de hombros mientras ella reía.

Cuando se calmó su risa, Iris lo besó. No sólo un roce esta vez, sino una danza necesitada y profunda, Musashi ya no se contenía tanto y apegaba el cuerpo de la chica al suyo mientras profundizaba el beso. Le daría tiempo, pero le demostraría también cuánto la deseaba ahora que podía.

Fue duro para ellos, la prisión, su pasado, y la edad. Todos estos fueron obstáculos en su relación, pero no impedimentos.

Se enamoraron.

Rotos y solos, dos monstruos que ayudaron a sanar el corazón del otro.

Intentaron escapar de todo, querían tener un futuro juntos, uno en el que pudieran iniciar desde cero.

Past (MusashixJyugo)Where stories live. Discover now