Cancún

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Izuku se acomodó en el mullido asiento de cuero del jet privado de Katsuki y se abrochó el cinturón de seguridad, en otras circunstancias estaría encantado de volar a Jamaica, a Cozumel y a Cancún, pero aquellas no eran circunstancias normales y en cuestión de horas estaría en las maravillosas playas de Cancún. Cuando Katsuki salió de la cabina del piloto, Izuku encendió el ordenador portátil.

— ¿En qué estás trabajando Deku? — Katsuki se sentó a su lado y él sonrió por el apodo, era uno que Katsuki le había puesto sin querer, pues cuando entró a trabajar con él, pensó que así se pronunciaba su nombre. El peliverde lo corrigió y el rubio se disculpó de inmediato, pero se le había quedado la maña de llamarlo así cuando estaban a solas y en ambientes relajados.

— En la boda — Midoriya vio cómo su jefe se puso el cinturón de seguridad y siguió mirando fijamente la pantalla del ordenador ¿Por qué tenía que estar tan cerca, oler tan bien y torturarlo de aquella forma?

— ¿Son ésas las flores que ha escogido Camie? — preguntó Katsuki refiriéndose a las sencillas y elegantes lilas que había en la pantalla

— Éstas son las que me gustan a mí, ella me dijo que hiciera lo que quisiera —

— ¿Y por qué te gustan éstas? ¿Por qué no escoger algo tradicional, como las rosas? —

Izuku levantó la vista y se encontró con los rojos y seductores ojos de Katsuki recorriéndole el rostro — Porque las lilas hacen que los arreglos florales queden más suaves, más románticos —

— Y tú sabes cómo crear romance para los demás ¿verdad? —

— Yo diría que tú también tienes muchos conocimientos en ese asunto — Izuku sonrió y trató de que se abriera para saber si sentía algo real por la mujer con la que iba a casarse — Menuda piedra llevaba Camie en el dedo —

Katsuki se encogió de hombros, cruzó los tobillos y colocó las manos sobre el abdomen — No sabría decirte, lo escogió ella —

Izuku sacudió la cabeza y se giró para mirarlo — No puedes estar hablando en serio ¿Ni siquiera has escogido el anillo de tu prometida? —

— No, le mandé un correo y le dije que eligiera el que le gustara y me enviara la factura —

Izuku sintió que se le congelaba el corazón al escuchar aquella frase — Creo que hablo por todas las mujeres del mundo si digo que éste es el peor modo de iniciar un matrimonio —

Katsuki se rió — Tal vez, pero recuerda que Camie y yo no nos metemos en esto por amor, queremos que nuestras empresas crezcan —

A Izuku se le rompió un poco el corazón al pensar en el modo en que aquel hombre, tan guapo y poderoso, se rebajaba a sí mismo. Si pudiera abrirse a la idea de amar a su compañera, sería un marido maravilloso, él sabía que se entregaba a todo lo que hacía, su esposa sería la mujer más afortunada del mundo.

— No puedo trabajar si hablo contigo de romances inexistentes — le dijo bruscamente centrándose nuevamente en la pantalla — Además, estoy seguro de que tienes cosas que hacer —

La profunda risa de Katsuki llenó la cabina del avión — Pareces mi madre, terminaba echándonos a Eijiro y a mí cuando le hacíamos enfadar —

Izuku imagino a los dos niños Bakugou haciendo travesuras — Debes echarla de menos, no hay nada peor que la muerte de los padres —

— Las pocas veces que has mencionado a los tuyos lo has hecho en pasado — Katsuki se movió en el asiento cuando el avión se dirigió hacia la pista de despegue — ¿Cuánto hace que murieron? —

¿Por amor o por negocios?Where stories live. Discover now