Capítulo 11: Una oferta sorpresa.

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-Pssst... Hey, chico.-


Midoriya levanto la vista de su teléfono y vio a un hombre con traje tratando de llamar su atención.


-¡Lo sabía! Tú eres Midoriya, uno de los chicos del festival deportivo de U.A. ¡Estuviste increíble!-

Midoriya se sonrojó. -¡Eh! S-Si, grac.-

-Espera, ¿Midoriya?-

-Oh, si, ¡es él!-

-¡Asombroso! ¡¿Puedo tomarme una foto contigo?!-

-¡Mi hija te ama!-

-Es mas bajo de lo que pensé...-

-¿Tus brazos están bien?-

-¡Tienes un quirk bastante fuerte!-

-Tú rompiste las manos de ese ruidoso mocoso... ¡Épico!-


Ignorando el cuestionable comentario del ultimo hombre, Midoriya estaba en shock por la cantidad de personas que lo reconocieron. La gente pensaba que él era... genial. Él estaría totalmente extasiado en este momento si no fuera tan torpe socialmente, lo que apaga toda esa emoción por la atención que recibía en este momento.


De repente, todos levantaron sus pulgares y dijeron. -¡Sigue trabajando duro, héroe!-

-E-Eh, si... Gracias.-


Afortunadamente, no todos sus viajes en tren serian como este.


[ ... ]


15 minutos después...


La lluvia caía del cielo, así que Midoriya caminó hacia la entrada de U.A con un paraguas. Cuando estaba a punto de entrar, escucho unos veloces pasos que venían detrás de el. Se dio la vuelta y vio a Iida corriendo debajo de la lluvia vistiendo un... poncho (tambien se le conoce como impermeable aquí en México).


-¡Buenos días, Midoriya! ¡Tenemos que apurarnos! Solo faltan cinco minutos para que suene la primera campana.- 

-Uh, ¡si!- 


Ambos entraron al edificio y pusieron sus prendas/accesorios para la lluvia en sus casilleros. Izuku sabia que este seria uno de los únicos momentos en el que estaría a solas con Iida hoy, así que sentía que era un buen momento para preguntarle sobre su hermano.


-Um... Iida, me preguntab.-

-Estoy bien, Midoriya. Mi hermano esta vivo, y se recuperara.- Se dio la vuelta y miro a Midoriya con una sonrisa. -Siento haberte preocupado, y gracias por haberlo hecho, enserio.- Ambos comenzaron a caminar hacia su salón.


Para Izuku, esa respuesta se sintió... poco satisfactoria. El entendía mejor que nadie lo que es ocultar el dolor y tristeza. Izuku fue entrenado en el arte de la 'sonrisa falsa'. Fácilmente pudo ver a través de Iida.

Pero, no debía presionarlo por ahora. Su herida aun estaba muy fresca. Intentar hablar sobre eso en este momento, solo lo irritaría. Lo que necesitaba, era algún tipo de distracción. Así que Midoriya puso su plan en acción.

GraciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora