Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Los minutos parecían ser eternos, cuando paso un tiempo considerable me volví a acercar donde se encontraban peleando Kanao y Inosuke.
Abrí la puerta temblorosa tratando de esperar lo mejor.
—¡Toma eso! ¡Estas muertos! ¡Lo hice, te venge!
Inosuke estaba de espaldas pisando fuertemente el suelo, no llevaba puesta su máscara, y tenía múltiples heridas en el cuerpo.
—Nee-san...
Me acerque a ella que estaba parada, pero cayó de rodillas al suelo, su broche no estaba en su cabello por lo que lo tenía suelto.
—Nee-chan...lo hicimos...— su voz entrecortada me dio una punzada en el pecho.
Me senté de rodillas frente a ella, en el piso estaba el broche de mariposa de Shinobu-san.
—Nee-san...
Al ella alzar la mirada note como lloraba, sus mejillas estaban repletas de gruesas lágrimas, nunca había visto a Kanao llorar así, incluso en el funeral de Kanae-san no logró llorar.
La abraze, al hacerlo solo provoque que su llanto fuera más fuerte, sentía como sus lágrima empezaban a mojar mi traje de cazador.
—¡P-pero S-Shinobu nee-san! ¡E-ella tuvo que-
—Nee-san...esta bien, todo esta bien ahora. Shinobu nee-san ahora esta en paz junto a Kanae nee-san... Ellas... Ellas ahora...
No pude si quiera acabar mi oración, sentía un horrible nudo en la garganta que me impedía hablar fluidamente.
Abrí los ojos más de lo normal al sentir dos cálidas manos en mi cabello, alze la mirada junto a Kanao que al parecer le pasó lo mismo y ví como la Shinobu-san junto Kanae-san estaban paradas frente a ambas con una sonrisa.
—Lo han hecho muy bien ambas...muchas gracias por todo.— Kanae nee-san nos sonrió cálidamente como solo ella sabía hacerlo.
Ambas se voltearon y empezaron a caminar a una dirección contraria, para acabar desvaneciendose.
Kanao frunció los labios y sorbió su nariz, me miro y me dio una pequeña sonrisa con aún unas lágrimas en sus ojos que estaban algo hinchados por tanto llorar.
Hice una pequeña mueca al notar como uno de sus ojos se encontraba realmente dañado. Había usado la última forma...
Puse mi mano en su mejilla y le sonreí como pude. —Nee-san, no tienes remedio, ¿no?— dije de broma.
—No tuve opción...— puso una cara triste y desvío la mirada.
La agarre de ambas mejillas para que me mirara y negué con la cabeza. —Lo hiciste increíble nee-san.
Abrió la boca algo sorprendida pero luego curvo sus labios en una sonrisa.
—Nee-chan. Yo no soy la única que necesita un hombro donde llorar...
