× 7 ×

760 92 29
                                    

Jueves, tres de la tarde. Gracias al universo se escucho de fondo la campanilla anunciando por fin la salida de clases, todos los presentes en ese salón suspiraron y empezaron a guardar sus materiales, por fin irían a casa a descansar a tratar de relajarse un poco. Se despidieron del profesor encargado y empezaron a irse, a los pocos minutos se escucho un gran bullicio en toda la institución.

Tony también salió de ese lugar que olía a "humanidad", rápido empezó a buscar el salón en donde se encontraba su novio, camino por los pasillos un poco cansado, detrás de él se escuchaba un gran ruido, cosa que le molestaba.

Tony, oye... —se escucho detrás de él, rápido volteo para ver quién era la persona que le hablaba, sonrió al ver que era Bruce, su mejor amigo.

Hola monstruo, ¿qué ocurre? —paro unos segundos para que su amigo se acercara, estando juntos caminaron a la par.

Quería preguntarte... ¿Steve podrá explicarme un tema que no logré entender? No importa si no es hoy, pero quisiera que fuera antes del Lunes, tengo examen ese día y de verdad no estaría molestando pero en verdad no lo logro entender.

Stark se lo pensó un poco, él no tenía problemas pero el que realmente importaba era Steve. —mmmh yo creo que si, pero hay que preguntarle porque es un hombre "ocupado", de hecho voy hacía donde está, vamos para que le preguntes.

Banner solo asintió y siguieron caminando tratando de encontrar a Rogers.

[...]

Mira Tony, aquí esta.

Los dos miraron el salón 5-B, rápido se acercaron a la puerta y observaron a Steve sentado en el escritorio con su celular en mano, Stark tocó dos veces para atraer la atención de su hombre hacia ellos, el rubio volteo rápido y les regalo una sonrisa.

Los dos chicos entraron saludando de la misma manera que el ojiazul.

Hola profesor Rogers. —saludo cortésmente Bruce.

Hola chicos, ¿qué ocurre?

Yo vine por ti para irnos, pero Bruce quiere pedirte un pequeño favor. —sonrió Tony.

Sí, quería pedirle si me podría brindar su apoyo para un tema que no logro entender a la perfección, no puede ser hoy, pero puede ser antes del Lunes, le pagaría si fuese necesario, maestro. —mencionó Bruce un tanto suplicante.

Claro que sí, Bruce. El dinero no es necesario, de eso no te preocupes, mañana puede ser si gustas. —nuevamente sonrió Steve mientras tomaba su maletin.

Sí, mañana, porque hoy Stiff es para mí solito y no quiero a nadie a su alrededor. —Tony corrió a su lado para abrazar de manera posesiva a su novio.

Bruce sólo pudo rodar los ojos y Steve ponerse rojo como un tomate.

Lo que digas Stark, bueno, muchas gracias maestro, me voy, hasta mañana.

La pareja se despidió del castaño y observaron como poco a poco desaparecía de su vista.

Bueno, ahora que estamos solos... —Tony volteo a ver a Steve. —hola, amor.

Steve sonrió mientras le devolvía el abrazo al menor.

Hola, novio.

Stark soltó una gran carcajada. —¡Oh, no otra vez!

Desde hace 7 meses, lo que llevan de relación, Steve siempre usaba el término "novio" para molestar a Tony. En la calle, en casa, en la escuela, en cualquier momento era bueno decirle novio al castaño. A Stark no le molesta, sino le da mucha gracia, y le da un vuelco a su corazón, realmente le gusta que Rogers le diga así.

Vámonos a casa, novio.

Stark asintió y se separó del rubio, juntaron sus manos y salieron del lugar mientras iban platicando su día.

[...]

Entonces Sharon dijo: "por dios, esta demasiado bueno el maestro Rogers, se lo voy a quitar a su novecita". Me dio mucha pena y mucho coraje, noviecita, ¡por favor! Si supiera que te gustan las po... —no pudo terminar la frase porque Steve puso su mano en su boca.

¡Lenguaje!, simplemente ignora amor, tarde o temprano se enteraran que me gusta un chico castaño y bastante inteligente. —retiro su mano de poco a poco, pudo ver la sonrisa de Tony.

Dicho eso, quitaron su cinturón de seguridad y tomaron sus cosas para bajar del auto.

Rápido caminaron a la entrada de su casa, Steve abrió la puerta y dejó entrar primero al moreno.

Por fin estando dentro, empezaron a arrojar sus cosas en cualquier parte, después se sentaron en el sillón y encendieron el televisor para ver cualquier cosa.

Pero Stark no estaba de acuerdo en eso, él quería jugar un poco con su rubio, quería divertirse.

Volteo a ver a Steve, observó que él estaba muy entretenido viendo el programa en la TV, él quería atención, necesitaba su atención.

Rápido subió al regazo de su rubio, Rogers se sorprendió un poco y sintió como sus mejillas empezaban a calentarse y su amigo de abajo empezaba a reaccionar.

—¿q-qué haces-s, bebé? —pudo pronunciar, pues Tony estaba atacando su cuello, su punto débil.

—nada, daddy. Quería atención. —dijo inocente el pequeño moreno.

—no me provoques, dulzura. Puede terminar muy mal este asunto. —menciono con su voz un poco más ronca, dejo que sus manos empezarán a tocar aquella piel aperlada que tanto amaba.

—¿y si quiero que termine mal? —solo bastó eso para que empezará a fluir un poco más, Steve tomó los labios del pequeño en un beso un poco salvaje.

Tony llevó sus manos a la camisa de su hombre, sentía esa prenda muy estorbosa, él quería tocar más piel.

Empezó a quitar uno por uno los botones, estaba a punto de mandar a la mierda la camisa y terminar rompiendola, pero escucharon que tocaron la puerta.

—no abras, por favor. —suplico Tony mientras besaba el cuello blanco de Steve.

Pero Steve no estaba muy cómodo, ¿qué tal si era algo importante?

—perdón bebé, quisiera ignorar pero no puedo. —retiro despacio al ojicafe, cosa que le molesto bastante a Stark. Se puso de pie y camino a la puerta.

Abrocho su camisa y trato de acomodarse un poco su cabello y pantalón, pues no quería que notarán su problema de abajo.

Antes de abrir volteo a ver a su niño, pudo observar que también el se estaba arreglando un poco.

Suspiro y abrió la puerta con una sonrisa, pero poco a poco esa sonrisa se apago, sus ojos se abrieron a más no poder y su rostro se transformo en terror absoluto.

Rápido vio a Tony y él tenía el mismo rostro que Rogers.

buenas tardes, profesor Rogers. —menciono serio Howard Stark, quien a su lado estaba una muy sorprendida María Stark.

[...]

Este pedo ya valió madres. Nomeodien.

Pregunta: bueno estoy escribiendo una historia  de ángeles y así, si la publico, ¿si la leen?
Otra cosa, tengo una historia corta (de un capítulo) igual stony pero bien triste JAJAJA ¿les gustaría que lo publicará? 


𝑳𝒍𝒂𝒎𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒆𝒎𝒆𝒓𝒈𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂; 𝒔𝒕𝒐𝒏𝒚 𝒂𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora