Patronus

Parte 5

Parte 5.

Las cosas no mejoraron con el pasar de los días. Pansy no le dirigía la palabra a Daphne y Hermione evitaba a Pansy. Pansy trató de todas las maneras de intentar llamar su atención, de hablar con ella o acercarse para saludarla, pero Hermione la esquivaba y se marchaba cuando veía sus intenciones de acercarse. Eso la entristeció y la puso de muy mal humor.

Sin embargo, Pansy era obstinada y no se rendía con facilidad. Se había planteado que su mejor opción era interceptarla mientras hacia la guardia nocturna en el castillo. Así que por varios días dejo de lado su tarea de atrapar alumnos fuera de la cama y se dedicó de lleno a buscar a Hermione.

Pasaron varias noches hasta que al fin se la encontró patrullando el pasillo del séptimo piso. Se acercó sonriente.

—¡Eh, Granger!

Hermione levantó las cejas a modo de saludo.

—¿Cómo te ha ido todo?—preguntó Pansy, sin perder la sonrisa.

Hermione la miró con tristeza.

—¿Es cierto lo que dijo Greengras?—preguntó Hermione sin andarse con rodeos.

—Claro que no, ha sido una estupidez que se inventó Daphne porque no tiene nada que hacer—contestó Pansy con nerviosismo.

—Ya se me hacía raro que me hablaras después de tantos años de burlas—dijo Hermione, parecía decepcionada—. ¿Te dio tanto miedo la amenaza de McGongall que le pediste ayuda a una sangre sucia?

—Eso no es cierto, Granger—murmuró Pansy—. Además, fuiste tú la que se acercó cuando hacía ése pobre intento de patronus...

—Ése fue mi error.

Pansy sintió que algo pesado como una roca le caía por el estómago. Hermione se giró para irse.

—Granger, no es cierto, sabes que no es cierto—repitió Pansy con un hilo de voz—. ¿Cómo iba a hacer algo tan cruel? Fuiste amable conmigo y me ayudaste con el bendito patronus. Soy un fracaso y a veces las clases y los libros no me entran pero no te rendiste conmigo... Mira, conseguiste que hiciera un encantamiento desilusionador con éxito y ya por eso deberían darte un premio porque soy realmente estúpida...

Las lágrimas amenazaron con salir de sus ojos. Otra vez volvían esos pensamientos, nuevamente escuchaba en su mente distintas voces diciéndole lo fracasada que era. Quiso llorar y se giró de modo que Hermione no pudiera verle la cara, se sentía realmente avergonzada.

En ése momento hubiera agradecido que Hermione se fuera y la dejara sola.

Pero no lo hizo.

Pansy se apoyó en una de las paredes de piedra y lentamente se dejó caer al suelo. Oculto el rostro entre sus manos mientras comenzaba a llorar. Apenas sí se había dado cuenta que había un mensaje oculto en las palabras de Daphne: ella realmente no pensaba que Pansy fuera capaz de subir sus notas sola; además Draco la creía incapaz y mediocre y Millicent... Estaba segura de que Millicent sentía pena por ella. Quizá todos pensaban que era tan estúpida como un troll.

Pansy sintió que unos brazos la rodeaban con cariño pero no levantó la mirada por la vergüenza.

—Tranquila...—susurró Hermione en su oído.

La cercanía de Hermione logró serenarla y, después de un rato, dejó de llorar pero aún daba leves hipidos. Seguía sin mostrar su rostro pero a Hermione le tranquilizó dejar de escuchar sus sollozos.

—Toma...—Hermione le puso un pañuelo en las manos con mucha suavidad.

Pansy lo cogió y Hermione se apartó un tanto y giro para otro lado, dándole privacidad. Fue después de un rato que volvió a mirar a Pansy, quién ya estaba más calmada.