[𝟷𝟷] - 𝚕𝚊 𝚜𝚘𝚜𝚙𝚎𝚌𝚑𝚊.

1K 138 21
                                    

"me dejaste plantado." me quejé.

"perdón, estuve medio desaparecida." se disculpó.

"¿con quién?"

"con nadie." rodó los ojos.

"¿no salís con nadie más?" pregunté inseguro.

"¿tengo pinta de verme con alguien más?"

"qué sé yo, preguntaba..." me recosté en el banco de la esquina.

"¿vos te ves con alguien más?" inquirió ella.

"¿tengo pinta de verme con alguien más?" la burlé.

"contame qué tal tu semana..." cambio de tema. "¿querés?"

"nada. normal, supongo. me vi con los chicos, estuve en casa, escribí unas cosas..."

"¿qué cosas?"

"unos textos medio pelo, dudo que te gusten..." bostecé. "a nadie le gustan."

"a mí sí." se encogió de hombros.

"¿cómo sabes si no los leíste?"

"sí que los leí..." rió.

"imposible."

"parte el ave del nido. dulce era el canto del pichón, el cual buscaba ser oído..." recitó. "¿sigo o ya me crees?"

"¿de dónde lo sacaste?" pregunté entre molesto y avergonzado.

"te conozco más que vos mismo, encima sos despistado, tinto." rió. "tenés que ser más cuidadoso." guiñó el ojo.

"¿me espías?" pregunté.

"¿por qué te espiaría?" consultó molesta.

"¿por qué no?"

"¿me ves como a una mina invasiva?" cuestionó ofendida.

"no, nada que ver..." intenté revertir el asunto.

"¿entonces?" me interrumpió.

"tenés razón, perdoname." me disculpé. "no soy ágil con las palabras." confesé.

"para hablar la verdad que no, pero escribís lindo." me despeinó con su mano.

"¿y tu semana?"

"lo de siempre..." se recostó a mi lado.

"nunca me contas..." acoté.

era cierto, acker era sumamente reservada con sus cosas, siempre terminabamos hablando de mí o daba vuelta todo para nunca hablar de ella.

"lo de siempre." insistió, fulminandome con la mirada.

"como quieras." rodé los ojos.

"¿estuviste consumiendo?" se acomodó sobre su codo para mirarme enojada.

"no, osea sí, pero mucho menos."

"¿mentís?"

"te lo prometí y planeo cumplirlo, ¿te molesta?" respondí un poco irritado.

"para nada."

"tal vez si no me plantaras..." añadí, consiguiendo su peor mirada como respuesta. "era un chiste, igual si me pasaras tu número nos ahorraríamos muchos problemas. anota." le extendí mi celular, esperando a que lo agarrara.

era muy loco, no tenía ni sus redes sociales ni su número, pero sentía que estaba con ella siempre, que los viernes eran noches infinitas de luces y estrellas.

"lo rompí, te lo debo." rió nerviosa.

"tengo uno viejo en casa, si queres te lo traigo la semana que viene." propuse.

"me tengo que ir, es tarde ya..." cambió de tema. "nos vemos, tinto." depositó un sonoro beso en mi cachete, y de una corrida se fue.

acker había vuelto a desaparecer, y no me daba buena pinta, pero por suerte siempre estaba el porrito para descomprimir un poco las ideas que agobiaban mi cabeza.

acker, que enigma llamativo.

































ya casi mis panas

𝐜𝐚𝐛𝐢𝐥𝐝𝐨 𝐲 𝐣𝐮𝐫𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 - 𝐰𝐨𝐬Where stories live. Discover now