𝐜𝐚𝐛𝐢𝐥𝐝𝐨 𝐲 𝐣𝐮𝐫𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 - 𝐰𝐨𝐬

[𝟶𝟾] - 𝚕𝚊 𝚎𝚕𝚎𝚌𝚌𝚒𝚘𝚗.

capítulo dedicado a: wosglow

"elegí." musitó mirándome fijamente.

sobre el pasto de la plaza habían una serie de opciones, todas muy tentadoras, cabía destacar.

un pseudo kit de cristal como el de la otra vez, un porro nevado bastante piola y una plancha de pepa.

"¿vos me decís en serio?" pregunté irónico, ella sabía que iba a terminar agarrando cualquiera de las opciones y la iba a disfrutar como nadie. "si elijo te enojas, pero vos me mandas a elegir." me quejé.

"elegí." repitió.

"no sé, elegí por mí." me relajé, recostándome sobre el cesped.

"tenés que elegir vos." insistió.

"sos linda, che." escupí con una caradurez impresionante, ya no podía guardarme estas cosas, menos si ya eran obvias.

su cara se tornó rojiza, y la luz de la calle acentuaba sus ojos, los cuales portaban un lustre impresionante. estaba sentada como indio, con los brazos cruzados y con la mirada perdida en los objetos.

"elegí." repitió.

"¿querés salir conmigo?" cuestioné.

"si elegís, salimos." replicó

"me sirve." retruqué, agarrando el pseudo kit de cristal. "¿me la tengo que inyectar también?" pregunté en modo de burla.

"eso depende de vos." contestó con un falso desinterés.

"¿vos querés?" pregunté, no tenía ganas de arruinar nada. "pregunto si querés que me inyecte, no si queres inyectarte." especifiqué al ver que no entendía.

"no sé, ¿vos querés?" preguntó con doble intención.

"¿por qué preguntas lo mismo que yo?"

"¿por qué no?"

no me causaba gracia, pero la necesidad que sentía de tener aquella sustancia recorriéndome el torrente sanguíneo era inenarrable. me carcomía el verla ahí, estando tan armada y preparada para hacerme alucinar, pero por otro lado me carcomía la culpa al ver el angelical semblante de acker mirándome, con una seriedad capaz de tumbar a un grupo multitudinario de personas.

"bueno, no pretendo que decidas por mí." bufé, agarrando la cuchara y preparando todo para, nuevamente, inyectarme. "perdón." musité, para luego ejecutar aquella placentera acción.

sentía los ojos de acker fijos en cada movimiento que hacía, una mirada cargada de decepción me perseguía, y por dentro la sentía tan propia.

"fijate si después te podes perdonar vos, a mí no me pidas perdón." respondió seca.

"es que no lo puedo dejar."

"tampoco lo intentas."

"¿vos que sabés?" cuestioné prepotente.

"valentín, yo te conozco."

les juro q todo toma sentido ahre