Capítulo 14

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Rasqué mi ceja mientras miraba de Lillian a James y viceversa, intentando encontrar alguna similitud entre ambos. Tal vez la cara de seriedad podría ser idéntica pero de ahí nada, aunque pensándolo bien, yo tampoco me parecía a ninguna de mis tías.

-¿Cuántos años dijiste que tienes Lilly? -pregunté sin poder evitarlo.

La sonrisa de Lillian se esfumó para ser remplazada por un ceño fruncido.

-Eso no se pregunta, niña -Bufó molesta-. James es hijo de mi hermano...

-¿Tienes hermanos?

-Si, pegasito -dijo con desdén-, soy una persona normal con familia.

-Ah, vaya -murmuré mirando por un segundo a James que tenía una expresión soñolienta. Apostaba a qué iba a caer dormido en el suelo en cualquier segundo.

-En fin, va a trabajar con Cash.

-¡¿Qué?! -Grité yo y una voz cercana. Miré sobre mí hombro encontrando a Cashie con los ojos abiertos a todo el estilo psicópata. Daba miedo.

-Odio repetirme -Resopló Lillian cruzándose de brazos-. James va a trabajar aquí y no quiero escuchar quejas de tu parte, Grant.

Cash se limitó a apretar la mandíbula antes de voltear e irse por dónde sea que vino. Lo seguí.

-Oye, Cashie -Llamé pero el infeliz apresuró el paso.

-No quiero hablar ahora -Fue todo lo que dijo antes de llegar hasta la puerta trasera de la biblioteca y salir.

Vaya, sí que le molestó.

Regresé, encontrando a Lillian en su escritorio, sin rastros de James por ningún lado, así que me acerqué.

-Estoy segura de que voy a verte más seguido por aquí -comentó casualmente cuando me detuve frente a ella.

-Oye, no molestes, ¿desde cuándo contratas a más empleados?

-No lo estoy contratando -dijo con la mirada clavada en la computadora-, es un castigo.

-¿Eh?

-Se metió en problemas y mi hermano me pidió que lo vigilara -Puso los ojos en blanco, demostrando que a ella tampoco le hacía ilusión tenerlo aquí-. Sólo lo acepté porque le debía un favor a ese imbécil... Y porque no tengo que pagarle.

-Eso tiene más sentido -murmuré ganándome una mirada envenenada de su parte-. ¿Sabías que Cash lo detesta?

-Si niña, lo sé, y no me interesa la razón mientras ambos no manchen mi suelo con sangre.

-Esto se vuelve cada vez más entretenido.

-Ni siquiera lo menciones -Refunfuñó, de pronto alzó la mirada hacía mí para sonreírme con picardía-. Así que...

Fingí mirar mi muñeca. -¡Mira la hora! Llego tarde a clase, ¡nos vemos, Lilly!

Le sonreí ampliamente antes de escapar de su interrogatorio.

-¡Está vez te salvas, pegaso!

Corrección mi bella bibliotecaria: me estaba salvando de muchas.

*****
Abby escupió sobre toda su barbilla el helado que estaba tomando. Disimulé una mueca de asco, sólo para que no se sintiera mal, y le pasé una servilleta de papel.

-¡¿Qué?! ¿Lillian tiene un sobrino? -Chilló limpiándose.

-Exactly, mi linda Abigail.

Nos encontrábamos en su casa vagueando en su sala. Pasó tiempo desde que ambas nos reuníamos y eso era a causa de la obsesión de Abby por estudiar más de lo necesario, así que aproveché ahora para soltarle el chisme antes de volver a perderla de vista como en éstas últimas semanas.

First love of book (FK #2) [corrigiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora