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-PRIMER DÍA-

Lali tenía los ojos llenos de lágrimas. Y nadie, ahora, podía decirle nada. Porque sabían cómo era. Aun así, seguía cabezota.

-No puede ser… -dijo fregándose los ojos– No…

-Cariño, lo siento mucho… -le dijo su padre, sin mostrar la inmensa tristeza, no por el novio de su hija, si no, por ella. Porque el sí que no lo podía creer.

-Tendría que haber sido yo… y no Erik… -dijo Lali tirando los mocos hacia arriba.

-No digas eso Lali –le dijo Peter, interrumpiéndola– Nadie se merece la muerte. Y vos deberías haberte puesto un casco… y si no, nisiqui…

-Dejame en paz. Vos no sos mi padre, ni él me echa la bronca por esto. –le dijo Lali enojada.

-No tenés por qué tratar así a Peter –dijo Iker– él solo quiere apoyarte boluda.

Lali no quiso discutir. Se metió a casa, directamente, seguido de un portazo.

-Está intocable.

-No… sólo sensible.–les dijo Carlos– y por favor… -dijo ahora con un destello de lágrimas en sus ojos– nada de lo otro… delante de ella –todos asintieron.

-No te preocupes Carlos… -dijo Peter– Y ya vas a ver, como todo sale bien.

-Eso espero –dijo Carlos. Y dedicándoles una última sonrisa, se metió en la casa.

Pronto se escuchó algo de alboroto. Peter negó con la cabeza. Conocía perfectamente a Lali y el enojo no se le pasaría rápidamente.

-Yo me voy ya… -dijo Peter dirigiéndose a su casa. Iker y José lo siguieron después de despedirse de Raúl, Álvaro, Alicia y Carlota.

(...)

Lali estaba echada en la cama. La almohada estaba húmeda por las lágrimas, y a su lado estaban la mayoría de las fotos de Erik y ella. ¿Por qué tuvo que pasar esta mierda? Solo quería despertarse de esa pesadilla.

Su padre entró sin tocar la puerta antes.

-Hija, no te tortures de esta manera… -le dijo Carlos viendo que no quitaba ojo de las fotos– él ya no está y nadie puede arreglarlo…

-Ya sé… -ella se recostó y rodeó las piernas con los brazos– Si pudiera volver el tiempo hacia atrás…

-¿Pensás que yo no lo haría? –suspiró su padre, acariciando la mejilla de Lali– sé que vos no te mereces todo esto, pero no quiero que estés así… quiero que estés contenta, de nuevo con una sonrisa… de esas que tanto me gustan.

-Será difícil… -dijo Lali. Alzó la mirada hacia su padre y sonrió, aun temblorosa– pero lo intentaré.

-Así me gusta – dijo Carlos. El timbre de la puerta sonó– Ahora vengo… no sé quién será –le dijo guiñándole un ojo a Lali. Pero ella no entendió.

Pronto comprendió todo. Peter apareció por la puerta.

-Peter… -murmuró- ¿Qué haces acá?

-Hey, Lali… -le dijo sentándose a su lado, en la cama– No quise que te enojaras conmigo… En serio… ¿me perdonas si esta noche te invito a algo? –le dijo ofreciéndole su mano. Lali agachó la cabeza.

-Peter… yo… claro que te perdono… pero no estoy para citas… ahora que…

-No es una cita, solo es una salida, como amigos… ¿te parece?

16 Días {Laliter}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora