5̷̡͙̘̮͖̳̱̘̤͌͌͗̚

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En una casa en las afueras de la ciudad, Lana se alistaba en su habitación, había comprado un vestido rosa con detalles de encajes, se había acomodado el cabello con pequeñas ondulaciones y se había puesto maquillaje ligero, estaba nerviosa, demasiado para ella quizá, se sentía en un sueño, y como no, iba a tener su primera cita con Luzu. Bueno, decir primera cita estaba de más, era una salida de amigos a una fiesta a la playa para los de último año.

—¿Puedo pasar? –Pregunto una femenina voz, Lana asintió dejando el cepillo a un lado y mirando a la rubia mujer. —¿Nerviosa?

—Un poquito —. Respondió.

—Realmente te gusta ¿Verdad?

—Sí, mamá, me gusta. –La pequeña se sonrojó. Su madre sonrió, mirándola con ternura. –Te extraño tanto, mamá.

—Pero si me tienes aquí cariño, siempre estaré contigo.

—Pero necesito un abrazo tuyo, necesito saber que de verdad estas aquí, físicamente.

—Cariño... —La mujer fue interrumpida por el sonido de un claxon, anunciando la llegada de Luzu, Lana corrió hacia la ventana y miró por esta, Luzu bajaba del auto, Lana sonrió.

—¡Llegó! –giró emocionada pero su madre ya no estaba, Lana suspiró, esa parte de su poder no le gustaba, poder hablar con los muertos.

—Hola Lanita –Pronunció un emocionado Luzu —¿Lista para divertirte?

—Claro, vamos. –Lana tomó su bolso y salieron rumbo al auto de Luzu, la playa quedaba a una hora y sería mejor llegar pronto para aprovechar la fiesta.

Una vez en el auto, Luzu miraba en ocasiones a Lana, que lucía muy nerviosa, pero muy hermosa.

—Te ves... Te ves nerviosa. –Lana lo miró. —¿Estas nerviosa?

—Mucho... Es la primera vez que asisto a una fiesta de último año. No conozco a nadie, solo a ti.

—Tranquila, estará también Samuel.

—Creí que no iba, por lo de sus heridas.

—Bueno, parece que Willy lo convenció, me mandó un mensaje antes de llegar a tu casa.

—¿Willy? Vaya, se han hecho muy amigos desde lo del club.

—Desde antes se conocían, pero no eran "amigos". Ambos se atraen.

—¿En serio? Vaya, creí que estaba loca en pensar que harían una linda pareja.

—Igual yo, ojalá algún día se animen a dar el paso.

—Eso sería muy lindo. –Respondió Lana.

El camino siguió, la pareja permanecía en ocasiones en silencio y en otras hablaban de cualquier tema, tenían muy pocas cosas en común, pero a Luzu le parecía interesante compartir puntos de vista diferentes, no siempre las personas deben compartir gustos para atraerse.

—¡Llegamos!

Anunció Luzu al aparcar fuera de la casa de playa junto a los demás autos, Luzu bajó rápido del auto y le abrió la puerta a Lana, quien le agradeció y salió del auto.

Ambos chicos entraron a la casa que estaba repleta de personas que efectivamente Lana no conocía, lo cual hizo que detuviera su paso y mirara más nerviosa aun hacia todos los lados, Luzu noto esto y tomo su mano, sonriendo.

—Ven, estás conmigo.

Lana asintió más sonrojada y se adentraron, con las manos tomadas. Luzu saludaba a varias personas, compañeros de clase en su mayoría, e iba presentando a Lana, quien sonreía solamente, cuando finalmente pasaron toda la casa y salieron a la parte de atrás, Lana se sentía menos tensa.

El club de los rechazados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora