El club de los rechazados.

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Diario de campo de Samuel.

A continuación, se muestran sus habilidades y los ejercicios sugeridos a realizar, por favor, anota los resultados. –Lana.

~Telepatía:

La telepatía es el arte de poder leer la mente, también se puede utilizar para ver el aura de las personas. Su color y su energía cambian a la par con nuestras emociones, sentimientos, pensamientos y acciones.

Se ha comprobado que muy pocas veces la telepatía funciona mejor entre dos personas que compartan dicha habilidad, pero es bien sabido que es difícil encontrar otra persona, ya que es de los poderes más raros que hay.

Se recomiendan hacer ejercicios de respiración para aclarar y despejar tu mente, esto ayudara a tener mejor acceso al pensamiento ajeno y a poder entender claramente las palabras que la mente contraria diga.

Existen pocos casos donde las personas con telepatía desarrollan la habilidad de poder borra la memoria de otro, pero esto no está del todo comprobado.

Samuel miraba su libreta, soltó una sonora carcajada mientras abría su casillero y arrojo dentro la libreta.

—Estas son tonterías, leer el aura, borrar la mente. –Murmuraba para sí mismo.

Iba a cerrar el casillero cuando noto que una pequeña hoja salía de su diario de campo. La tomó curioso dándose cuenta de que era de Lana.

"Samuel, quiero ayudarte a practicar tu habilidad, nos vemos detrás de la oficina del director a las 12 horas."

Samuel suspiró, volvió a tomar el diario, lo arrojó a la mochila, se la colgó al hombro y cerró su casillero, miro su móvil, casi era hora de ver a Lana, mejor debía irse.

Fue directo a donde Lana le había dicho y la espero, atrás de la oficina del director. ¿Realmente se pondrían a hacer esto cerca del director?

Bueno, su habilidad no era de las que se notaran como la de su mejor amigo Luzu, pero aun así se la estaban jugando mucho.

—¿Dónde estás Lana? —Murmuró mirando a todos lados, a lo lejos se veía la chica de rubio cabello caminar hacia él.

—Hola Sam.

—Venga, sé que no haces esto por ayudarme, dime que quieres mujer.

—Me conoces bastante bien Samuel.

—Hombre, que dos años de noviazgo no fueron para nada.

—Sigo sin creer que fuera yo tu última novia.

—Yo sigo sin creer que fueras mi novia.

—Eres muy malo.

—Gracias. ¿Qué puedo hacer por ti Lana?

Lana miró a todos lados y luego lo miró a él.

—Escuche decir a los de tercer año que esta vez no usaran ranas para la disección, usaran conejos. No estoy segura de que sea verdad, pero no quiero que pase eso.

—Aja... ¿Yo donde entro aquí?

—Necesito que leas la mente del director y averigües si es verdad.

—Vale, es fácil. Esperemos a que salga de su oficina y lo hago, ven, busquemos un lugar seguro, aquí nos pueden ver.

Ambos se fueron detrás de un árbol esperando a que saliera.

—¿Cómo vas con lo de las auras?

—No lo he puesto en práctica.

—Suena muy interesante, deberías practicarlo con Guille.