Make it count

Capítulo 8

Resumen:

Wei Wuxian y Lan Wangji pueden enfrentarse a cualquier cosa si están juntos.

Notas:

Advertencias para este capítulo: ¡Advertencia de Xue Yang! Se habla sobre un personaje acosando y amenazando a otros. Esperen algo de sangre.

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Wei Wuxian ya está acostumbrado a que Lan Wangji lo lleve en su auto, así que se distrae releyendo las notas del caso de Xiao Xingchen y Xue Yang, con los archivos en su regazo. Cuanto más lee y los hechos toman forma en su mente, se siente menos feliz al respecto.

Las buenas acciones nunca quedan impunes. Daozhang merece algo mejor.

"Ya llegamos", anuncia Lan Wangji, estacionando el auto.

Wei Wuxian cierra los archivos y los pone a salvo en la guantera. No los necesitarán para esta reunión y Wei Wuxian no cree que contarle a Xiao Xingchen el patrón de Xue Yang para acosar a otras personas y evitar los arrestos sea algo bueno. No quiere preocupar a Xiao Xingchen más de lo que ya está.

El edificio de departamentos de A-Qing es pequeño, pero parece tener la apariencia de ser seguro ya que hay una gruesa puerta de metal, una cámara de vídeo apuntando a la entrada, y un intercomunicador para que los residentes hablen a través de él antes de abrir las puertas a quienquiera que esté fuera. La cámara probablemente permite a los residentes ver quién está tocando el timbre. Un buen sistema, cree Wei Wuxian.

Wei Wuxian toca el timbre del departamento de A-Qing y espera con Lan Wangji a su lado. Escucha el clic y la estática que viene del intercomunicador, lo que significa que alguien ha tomado el teléfono y ha visto que están ahí, pero no sale ninguna voz.

Wei Wuxian intercambia una mirada con Lan Wangji, quien asiente con la cabeza, entonces se inclina para decir, "¡Hola! Venimos de Cloud Recesses. Somos Hanguang-Jun y el secretario Mo".

Sigue sin haber respuesta, pero un segundo después las puertas se abren lentamente. Wei Wuxian mira fijamente a Lan Wangji otra vez.

"Prepárate", le dice Lan Wangji y da un paso hacia adelante.

Wei Wuxian traga saliva y lo sigue. Solo bromeaba a medias cuando mencionó que llevaría un gas pimienta, pero ahora desea haberlo traído. Aparte de su cuaderno y bolígrafo y sus propias manos, Wei Wuxian estaba desarmado. Los cabellos erizados de la nuca le decían que algo anda mal y, si Lan Wangji le dijo que estuviera preparado, sus instintos deben ser correctos.

La puerta del departamento de A-Qing está cerrada cuando llegan. Lan Wangji es el que toca a la puerta y ambos esperan hasta que la puerta se abre un poco y una mano con largas uñas se enrosca en el marco de la puerta. Una joven los mira con los ojos entrecerrados, sus ojos don tan claros que parecen casi blancos, los mira de la cabeza a los pies, mientras que sus uñas hacen un sonido de golpeteo contra el marco de madera cada vez que mueve los dedos.

"¿A-Qing?" Pregunta Wei Wuxian.

"Ahora no es un buen momento", responde A-Qing, pero no les cierra la puerta en la cara.

Wei Wuxian endereza los hombros. "¿Pasó algo? Llamamos primero".

"No pasó nada", dice A-Qing, sus uñas golpeado el marco de la puerta. "Xiao Xingchen está muy molesto por todo".

"¿Intentó algo Xue Yang?" Wei Wuxian pregunta en voz baja. "Porque podemos usar eso como evidencia en el caso".

A-Qing lo mira como si fuera un idiota. "¿No has oído lo que he dicho? Ahora no es un buen momento". Sus uñas vuelven a golpear contra el marco de la puerta, en intervalos no regulares.