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Al sol le quedaban pocas horas para iluminar la copa de los grandes árboles. El viento soplaba suavemente, agitando las hojas y dejando escapar un murmullo relajante. Soon Hye caminaba en silencio junto a Taehyung por el sendero de regreso al auto. La noche caería pronto, pero ninguno de los dos parecía apurado. El peso de lo vivido los mantenía en un tipo de calma silenciosa… como si no quisieran regresar todavía a la realidad.

Ella lo miraba de reojo.
¿Y ahora qué?
¿Volvería a verlo después de esto? ¿Volvería a meterse en su mundo de sombras?
Cumplió su parte del trato. Tal vez solo debía agradecerle y dejarlo ir.
Pero por alguna razón… eso le resultaba insoportable.

—Soon Hye —rompió el silencio la voz ronca de Taehyung—. Gracias por ofrecerte a ayudarme con mi... situación económica. Pero creo que puedo arreglármelas solo.

Ella se detuvo en seco.

—¿Vas a volver a delinquir? —espetó, con tono molesto.

—¡No! No, claro que no —dijo rápidamente, alzando las manos—. Solo digo que puedo trabajar en algo más… normal.

—¿Y cómo se supone que te crea eso? —lo enfrentó, cruzando los brazos—. Lo único que has hecho desde que llegaste es matar gente. ¿Ahora, de repente, te convertirás en chef o florista?

—Oye, no hables como si no tuviera talentos —replicó él, con una media sonrisa—. Solo… me perdí un tiempo. Me dejé guiar por la oscuridad, por la facilidad de no tener que pensar. Matar fue mi escape. Me pareció... conveniente.

Ella lo miró sin comprender.
Él suspiró profundamente.

—Cuando sentí tu energía en esa camioneta policial… No quise creer que eras tú. —Bajó la mirada, apretando los puños—. Siglos sin vernos y justo ahora... en la misma ciudad. Es como si algo me empujara a este punto.

—¿Y eso basta para redimirte? ¿Un reencuentro divino y todo se borra? —preguntó ella con amargura.

—No —admitió—. Sé que debo pagar por todo lo que hice. Pero dime... ¿cómo crees que reaccionarían los humanos si ven que no envejezco? ¿Que las balas no me matan? Entrarían en pánico. Me encerrarían. O me diseccionarían. ¿Eso es justicia?

Soon Hye guardó silencio, mordiéndose el labio.

—Tal vez tengas razón... —admitió, pensativa—. Pero mi conciencia no me deja dejarte libre así como así.

—¿Y ahora qué vas a hacer? ¿Encadenarme? ¿Ponerme un GPS? —preguntó con sorna, cruzándose de brazos.

Ella giró hacia él con seriedad.

—Los humanos te ven como un joven de 24 años, ¿cierto? —Taehyung asintió—. Entonces tendrás que quedarte conmigo durante toda una vida humana. Entre 65 y 80 años. Ese será tu castigo.

—¿Ah, sí? ¿Y eso no es solo una excusa para tenerme cerca? —dijo él, acercándose con una sonrisa ladina—. Admitelo... me extrañaste.

—No pienses cosas que no son —frunció el ceño, aunque el leve sonrojo en sus mejillas la traicionó.

—Está bien, lo haré —aceptó él, encogiéndose de hombros—. Tal vez lo merezca. Tal vez... lo necesito.

—Y trabajarás. No serás un mantenido.

—Lo sé, lo sé —gruñó teatralmente—. Seré el mejor empleado de la sex shop.

—Solo quieres trabajar ahí para espiar a las chicas que se prueban lencería erótica —dijo ella, alzando las cejas.

—Obvio. Eres muy lista —le guiñó un ojo.

—No hagas esa cara —gruñó—. Te podría reportar por acoso.

—Nah. De hecho... podría llevarte algunos “regalitos”. Cosas que te podrían gustar —dijo haciendo comillas con los dedos.

—¿Qué clase de cosas? —rió ella, jugando con la idea.

—Bueno... hace mucho que no tienes sexo —respondió con toda la seriedad del mundo—. Un vibrador no estaría mal.

—¡Taehyung! ¡Eres un imbécil! —le gritó, golpeándolo en el brazo mientras él se retorcía de risa.

—¿Pero acaso es mentira? —insistió.

Ella solo frunció el ceño con fuerza. Pero terminó soltando una carcajada.
Él la miró con una sonrisa sincera.

—Creo que nos llevaremos bien, enana.

—No toques mi cabello —le advirtió.

El entorno cambió repentinamente. Todo se volvió rojo, las llamas del infierno surgieron bajo sus pies y Soon Hye parecía haber crecido unos diez centímetros.

—……Sí, no lo volveré a hacer…

—Bien —dijo ella, satisfecha.

Todo volvió a la normalidad.

Siguieron caminando bajo la luz de la luna hasta llegar al estacionamiento. Subieron al auto. Ninguno habló mucho durante el trayecto. Al llegar, cayeron rendidos. Dormidos en cuanto sus cuerpos tocaron la cama.

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[>>>]

Jungkook 4 días después.

Hace cuatro días que no sé nada de Soon Hye.

No responde mis llamadas. Mis mensajes. He ido a su casa más veces de las que quiero admitir y nada. ¿Qué está pasando?

Conduje nuevamente hacia su casa. Doblando la esquina, la vi: su camioneta.

—¡Por fin!

Me estacioné apresuradamente y golpeé la puerta varias veces. Nada.
Silencio.

¿Y si algo malo pasó? ¿Y si alguien entró? ¿Y si la secuestraron?

Tomé la manija y, con remordimiento, la abrí.
Dentro, todo parecía en orden. Dos mochilas en el piso. Dos pares de zapatos.
El celular de Soon Hye estaba sobre la mesa.

—Definitivamente está aquí...

Estaba por darme la vuelta cuando escuché un ronquido extraño.
Eso no es de ella…
Me acerqué sigilosamente al pasillo. La puerta del cuarto estaba entreabierta.
¿De verdad estoy haciendo esto? ¡Jungkook, ella te va a matar si te descubre!

Me asomé. En la cama, Soon Hye… y alguien más.
Un hombre.

Mi pecho se apretó. No supe por qué, pero me sentí… herido.

Fue entonces cuando vi algo brillante moverse. Unas alas doradas. ¿Qué...?
Caminé lentamente, como hipnotizado, hasta tocarlas.
Eran reales. Suaves como plumas de cisne.
Las seguí con los dedos hasta su origen… el cuerpo de Soon Hye.
¿Ella…?

—¿Quién... eres...? —susurré para mí mismo.

Una mano me agarró bruscamente de la muñeca.
Levanté la mirada y me encontré con los ojos rojos encendidos de Taehyung.

—L-Lo siento —me solté de inmediato, retrocediendo—. Ya me voy...

—¿Ya... amaneció...? —la voz somnolienta de Soon Hye interrumpió. Se incorporó apenas… y al verme, abrió los ojos de golpe—. ¡Jungkook!

Yo ya estaba huyendo.
—¡De verdad lo siento! ¡No volveré a molestar!

—¡Jungkook, espera! ¡No es lo que crees! —gritó ella.

Pero ya era tarde. Me subí al auto y desaparecí por la calle.

El corazón me latía con fuerza. No sabía si por lo que vi… o por lo que sentí.

•| CAMINO DE FLORES•걸은 꽃 |• [Kim Taehyung]Where stories live. Discover now