Capítulo 12

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Samantha Robinson.

Me encuentro hipnotizada por la respiración de Abigail; mamá la convenció para que se quedara hoy aquí luego de notificarle a Paula Brown.

Con gusto me ofrecí para que durmiera en mi habitación. Con las facciones de su bello rostro relajadas, logra transmitirme una inmensa tranquilidad, de verdad siento mucha pena por esta chica y lo que se le avecina, ¿Será fuerte? O ¿Se dejara llevar como hace unas horas?.

-¿Qué te preocupa? – La pregunta de Tadeo me trae a la realidad, no lo escuche llegar, igual no me sorprende, siempre está en las sombras, moviéndose por todos lados sin ser visto.

-Está rota, eso es todo. – Respondo con simpleza.

-Espero que sea mejor de lo que vi hoy – Dice mi hermano con desprecio en su voz.

-Déjala en paz Tadeo.

-¿Y pasar por alto su insolencia hacía mamá? ¡Nunca!

-Baja la voz. Sabes que tú tuviste parte de la culpa, no debiste bromear de esa manera. – Le digo, porque es cierto, sé que le gusta bromear, pero ella no debió ser su objetivo, para eso están las putas que carga a sus pies – Ella comienza a sospechar, será mejor actuemos rápido antes de que sea tarde.

-Eso mismo a dicho mamá, además quiere que la vigilemos de cerca, no quiere fallos, todo debe ser impecable como siempre.

-Está vez será diferente, tengo ese presentimiento.

-Yo igual hermanita – Tadeo camina hacia la puerta, pero se detiene en el marco de esta. – Duerme Sam, no vale que cuides su sueño, preocúpate por el tuyo.

-El no hacer nada por los demás no es lo que mantiene a esta familia, Tadeo.

Escuchando mi respuesta sale de la habitación cerrando la puerta.

Me levanto de la silla en la que he estado todo este tiempo sentada y me dirijo al lado vacío junto a Abigail, estando ya acostada junto a ella, le acaricio su cabello corto y lacio, el cual desprende un aroma delicioso.

El FestínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora