Tadeo Robinson
-¡Hijo!- Me llama mi Lucía, mi madre, en forma de reprimenda. - No digas barbaridades.
Borro la sonrisa lunática de mis labios al escuchar el tono que ha empleado mi madre.
- Solo estoy bromeando mamá – Digo rodando los ojos, Lucía aún sigue fulminándome con la mira y procedo a hacer lo correcto – Aclaro que yo nunca dije que la mataría, eso lo ideó sola.
-¡Tadeo Robinson!, pide disculpas de una buena vez – El leve grito que me proporciona mi madre, me hace dar un brinquito en mi sitio.
-Lo siento Abigail, no lo volveré a hacer – Las palabras salen de mi boca disparadas, mi madre relaja la expresión y me regala una pequeña sonrisa en aprobación.
-Quiero irme – Anuncia Abigail con un tono serio y la vista al frente.
- Tranquila cariño, Sam puede acompañarte hasta la cabaña – Le hace saber mi madre con cariño mientras se acerca a ella y posa su delicada mano en el hombro.
Abigail toma la mano de mi madre y en un moviente brusco la aleja.
-¡No! Quiero irme a casa, a la de verdad. No quiero seguir aquí con ustedes. – Frunzo mi ceño, mi enojo se elevó a tope por ve su acción en contra de mi madre, ¿Cómo se atreve?.
Me acerco a ella con rapidez. Apenas se percata de mi cercanía, comienza a retroceder hasta que choca con la pared y es mi momento de poner mi mano en su cuello y apretarlo levemente.
-¡Mira maldita niña estúpida!, a mi madre no le vuelves a hablar así, o me asegurare de destrozarte – Las palabras dejan mi boca en un grito furioso.
Unos brazos me sujetan y me apartan de Abigail en cuestión de segundos.
-Tranquilízate hijo, debes tener paciencia – Mi padre volvió de arreglar el daño eléctrico según veo.
La electricidad se había ido por este terreno y en lo que él arreglaba el pequeño daño, yo debía ir a la cabaña Brown a informarles lo sucedido.
-¡Suéltame de una buena vez! Ahora si la mataré – Intento quitarme a mi padre de encima, pero nada me resulta. Cuando me doy por vencido, me quedo quieto, observando con desprecio a la malagradecida de Abigail.
-Te voy a soltar, pero debes prometerme que no lastimaras a nadie hijo.
-Está bien papa, lo prometo.
Papá me suelta y ya estando libre, me acerco de nuevo a Abigail, ella se encuentra con sus manos en su cuello y las lágrimas corren por sus mejillas.
No me arrepiento por lo que le hice y ni mucho menos siento lastima.
-Tadeo me lo prometiste – Escucho decir a papá detrás de mí.
-Te haré la vida aquí un infierno – Le digo a Abigail en un susurro que solo ella podría escuchar.
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El Festín
神秘 / 驚悚Hace 10 años Sisterdale se hizo famoso por lo deliciosas y adictivas que son sus carnes de cerdo, cuentan que antes de obtener tanta fama y dinero el lugar era solo un pueblo fantasma, con personas que apenas y tenían para alimentarse. Pero todo eso...